Leches Vegetales

Cómo prepararlas en casa.

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A veces, variar un poco nuestra alimentación y la forma en que incorporamos distintos nutrientes viene bien para modificar nuestras rutinas alimentarias.

¿Existen reemplazos para la leche común?

¡Sí, y podemos hacerlos en casa!

Las leches vegetales son muy nutritivas y fáciles de hacer. El sabor, no vamos a negarlo, es distinto al de la leche animal que solemos consumir. Ahora bien, tienen varias ventajas: contienen menor tenor graso que la leche entera, pueden saborizarse de distintas formas, y podemos innovar con distintos ingredientes para elegir las que más nos gusten. Sirven para cortar el café, para comer con cereales, y de muchas otras formas.

Todas se hacen siguiendo el mismo proceso: remojar, licuar, filtrar, ¡y listo!

El filtrado puede realizarse con cualquier colador común, pero queda mejor si ponemos un paño limpio sobre el mismo antes de verter la leche, para que filtre bien los elementos pequeños. Lo que hay que tener en cuenta, del mismo modo que con la leche animal, es que no duran una eternidad: se guardan en heladera bien tapadas, pero al no tener conservantes, se recomienda consumirlas antes de los tres días. Por eso sugerimos producir una cantidad reducida, para ir probando.

¡A disfrutar!

Procedimiento

Este es el procedimiento básico para realizar leche vegetal. Pueden hacerlo con: avena, frutos secos (almendras, castañas), coco rallado o maní.

  1. Dejar remojando una taza del ingrediente que hayan elegido, con cuatro tazas de agua, alrededor de 8 hs., en un lugar fresco.
  2. Procesar, así como está, con una licuadora o minipimer. Procesarlo un rato hasta que esté bien integrado.
  3. Filtrar con un colador y paño limpio, y apretar bien con las manos el bagazo para que se filtre todo el líquido.
  4. Si gustan, en este momento pueden añadir un endulzante a elección (miel, azúcar de cualquier tipo, stevia) y / o un saborizante extra: canela, esencia de vainilla...
  5. Guardar en una botella con tapa, en la heladera.