¿Es cierto que nuestra manera de vivir, de pensar y de hacer condicionan nuestro cuerpo e influyen sobre la salud?
Hoy gracias a la psicología, las neurociencias y la PNL (Programación neurolingüística) sabemos que sí.
El modo en que encaramos nuestro día a día determinará nuestra salud a través de los años. Las relaciones afectivas son fundamentales a la hora de hablar de salud. Somos seres sociales, vivir en sintonía con el otro (seres queridos y amigos) constituye una parte importante de nosotros mismos. Y aquí no hablamos de cantidad sino de calidad, estar cerca de aquel que nos inspira confianza y nos brinda apoyo contribuye a mantenernos saludables.
Seguramente ahora se pregunten si esto alcanza. No, no alcanza. Existen otros ítems importantes a tener en cuenta:
Sentirse bien con el propio cuerpo. conocerlo y escucharlo cuando nos emite señales de alerta. Hay que tener en cuenta que somos ''un todo integrado", el equilibrio del cuerpo y la mente es fundamental a la hora de hablar de salud física y mental.
No reprimir las emociones. Hablar con alguien de nuestra confianza de lo que nos aqueja
Evitar los pensamientos negativos. Ser positivo ayuda a solucionar inconvenientes, la negación nos perjudica física y mentalmente
Prestar atención a las alertas que nos envía nuestro cuerpo. Tal como lo señalamos al principio de este artículo, saber escucharlo previene
¡Buen humor!. El buen humor y la risa ayudan a mantenerse sano
Dormir bien. Tomarse el tiempo necesario para el descanso
Hacer actividad física
Comer sano
Evitar las situaciones estresantes
Vida social. Reunirse con aquellos con quienes nos sentimos cómodos y aceptados
Ir siempre a lo esencial. Dejar de lado todo aquello que carece de importancia
¡Brindemos entonces por la salud, el bienestar y la vida!
Prof. Nora Advuj
Bibliografía consultada: PNL para la Salud (O'CONNOR)