Los abuelos: un ancla de identidad

Aun frente al vértigo de los cambios tecnológicos, hay algo que no cambia y es esa “complicidad sonriente” entre abuelos y nietos. Esa relación fuerte y apegada que sabe de verdades, de secretos, de momentos de gozo, es irremplazable.

Compartir en redes

Todo cambia. La vida familiar cambió. Los ritmos, los tiempos, la forma de compartir, de comer juntos, de pasar los fines de semana. Mirar hacia atrás es sentir el vértigo de la diferencia y pensar que, tal vez, muchas cosas se han perdido… y ya no es lo mismo… ni se puede recuperar… o… ¡Alto ahí! Que muchos cambios son positivos y que muchas esencias siguen intactas. El amor “a chorros” en abrazos, besos, paseos, cuentos, meriendas con olor a café con leche y tortas esponjosas. Porque…

  • “¡Abuela, cóseme la pollera, que se descosió!” Siempre hay una tarea por cumplir

  • ¡”Abuelo, explícame, que no entiendo!” Y siempre hay sabiduría, conocimientos (que no son lo mismo que sabiduría) y experiencias que transmitir

  • “Cocinemos juntos tu bizcochuelo preferido”. “Ponéle ese ingrediente secreto que nunca me quieres decir… pero que la hace tan rica”

  • Me gustaría que me recites aquella poesía que siempre me decías cuando era más chiquita”

Porque no hay nada mejor para un abuelo que consentir a sus nietos y acariciar, abrigar, poner curitas. Ellos saben proteger, escuchar, conocen la historia familiar y han visto a los hijos de sus hijos desde antes de que salieran al mundo.

Los abuelos llenan espacios maravillosos. Cuidan, hacen dormir y cocinan como nadie. La tendencia actual es contratar a terceros para que cuiden a los chicos cuando los padres salen a trabajar. Pero, ¿quién mejor que los abuelos para cumplir el rol de cuidadores? Sin embargo, siempre hay que tener en consideración que el cuidado de los nietos debe ser algo que los abuelos tengan ganas de realizar. Los Adultos Mayores deben reservarse tiempo para si mismos, para realizar las actividades que desee, y el cuidado de sus nietos no debe ser una imposición, sino nacer de las ganas del abuelo.

Los abuelos llevan el hilo de la memoria, de los hechos pasados y presentes: dan anclas a la identidad.

Dirección General de Desarrollo Familiar Vicejefatura de Gobierno