A lo largo de su vida, Enrique Larreta entabló contacto con diversos intelectuales argentinos y extranjeros. Rubén Darío, Paul Groussac, Alfredo Palacios, Victoria Ocampo, Alfonso Reyes, son apenas algunos. Reflejo de ello son cientos de cartas, fotografías y libros dedicados. Las posturas políticas parecían no interesarle, ya que hallamos correspondencia y volúmenes tanto de escritores españoles de tendencia izquierdista como José Gabriel, hasta el Conde Agustín de Foxá, cercano a la Falange Española.
Antes de crear El retablo de Maese Pedro, inspirado en un episodio del Quijote, Manuel de Falla pensó en una ópera basada en La gloria de Don Ramiro.
En 1920 Falla ya era autor de La vida breve y El amor brujo, y uno de los músicos europeos más reconocidos. Por medio de Ignacio Zuloaga, retratista de ambos y pintor del momento en París, se contactó con el autor de la novela. Zuloaga mismo se comprometía a realizar toda la mise en scène, y rogaba a Larreta que hiciera el libreto “y se una a nosotros para que los tres juntos demos un golpe de esos que hacen época, pues tiene que ser fenomenal o nada”.
El proyecto, a pesar de no realizarse, dejó un interesante intercambio epistolar entre los tres artistas.
