Martes 01 de Julio de 2014

ACUMAR: Avance de las obras para la villa 26

El presidente del IVC, Emilio Basavilbaso recorrió junto a Carolina Stanley, Ministra de Desarrollo Social, y legisladores porteños, la villa 26 y las obras de vivienda destinadas para su relocalización en los próximos meses.

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El presidente del IVC, Emilio Basavilbaso recorrió junto a Carolina Stanley, Ministra de Desarrollo Social, y legisladores porteños, la villa 26 y las obras de vivienda destinadas para su relocalización en los próximos meses.

En el marco del programa de relocalización y urbanización de villas que lleva a cabo el IVC, se visitaron las tres nuevas obras de vivienda que darán una solución habitacional definitiva a las 126 familias que hoy habitan la villa 26, sobre el margen del Riachuelo. Los nuevos conjuntos de viviendas, Luzuriaga, Lacarra y San Antonio, están destinados íntegramente a familias del asentamiento de Barracas.

Participaron de la recorrida Carolina Stanley, Ministra de Desarrollo Social, Santiago López Medrano Subsecretario de Fortalecimiento Familiar y Comunitario del Ministerio de Desarrollo Social, los legisladores porteños Lía Rueda, Carmen Polledo, Cecilia de la Torre, Alejandra Caballero y Juan Pablo Arenaza en compañía de otras autoridades y equipos técnicos del IVC. En el marco del trabajo de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), y a cuyos términos adhieren los gobiernos de la Provincia de Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el IVC tiene bajo sus competencias la relocalización de familias provenientes de asentamientos informales que se encuentran dentro del límite físico de distancia con el Riachuelo establecido judicialmente y se encuentra trabajando en el desarrollo de un plan de reubicación y construcción de viviendas para gestionar dicha tarea.

Cabe recordar que las familias hoy asentadas en el margen del Riachuelo no solo se encuentran en una situación de hacinamiento y marginalidad sino que se ven expuestos a la contaminación ambiental y los problemas de salud que dicha situación conlleva.

En los próximos meses, se procederá a la relocalización completa y definitiva de la totalidad de las familias que hoy habitan la villa 26, realojándolos en nuevos conjuntos urbanos y liberando definitivamente ese tramo del Camino de Sirga.

Más que una llave en mano

El trabajo del IVC trasciende el traslado físico de las familias a una nueva vivienda. Por otra parte, desde el equipo social se consideró importante abordar la situación de aquellas familias que ya habían sido relocalizadas, con el propósito de acompañar el cambio de hábitat y de facilitar esquemas organizativos que permitan una convivencia saludable en los nuevos conjuntos habitacionales. Durante meses cada familia censada asiste a talleres de inserción comunitaria dirigido a los vecinos del Camino de Sirga próximos a relocalizarse, con el fin de escuchar, responder y comunicar información vinculada a las inquietudes que surgieran en relación al proceso de relocalización.

Las familias son capacitadas en el uso de los servicios básicos y riesgos domésticos, la seguridad en el uso de llaves y artefactos de gas, electricidad y ubicación en altura (para familias con menores que habiten en pisos superiores a las planta baja)

Se han llevado a cabo sendas visitas a las distintas obras de vivienda destinadas a las familias beneficiarias de los distintos asentamientos, con el objetivo de mostrar los departamentos y ayudar a las familias a planear la distribución de sus integrantes y diagramar el ingreso de sus pertenencias. Los talleres también capacitan en los servicios de transporte, salud y educación a los que los beneficiarios van a poder acceder dada su nueva ubicación geográfica, permitiéndoles familiarizarse con el barrio y su dinámica comunitaria meses antes de las mudanzas.

El trabajo de la U.P.E. Relocalización y Urbanización de Villas del IVC desarrolla estas tareas de inclusión social e inserción comunitaria más allá de la ubicación final de una familia en una unidad funcional particular. Esta tarea se lleva a cabo en un escenario complejo donde conviven las necesidades de familias vulnerables y expuestas a situaciones de insalubridad y la realidad de emergencia que involucra a más de 1.500 familias afectadas sobre el Camino de Sirga.