Martes 16 de Octubre de 2018

Alimentación consciente

Para una alimentación equilibrada, es necesario conocer el origen de los alimentos, su estacionalidad y la forma en que se producen

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Una alimentación saludable aporta todos los nutrientes esenciales y la energía que cada persona necesita para mantenerse sana. Esto implica desarrollarse plenamente desde niños, vivir con salud, tener un buen rendimiento físico e intelectual y protegerse de diversas enfermedades. Llevar a cabo una alimentación variada asegura la incorporación y el aprovechamiento de todos los nutrientes que se necesitan para crecer y vivir saludablemente.

Los alimentos que se eligen no sólo impactan en nuestra salud, también lo hacen en el medio ambiente ya que se requiere energía para su producción, elaboración, transporte y conservación. De esta manera, una alimentación saludable debe además ser sustentable, es decir, incluir alimentos en cuya producción se respete al medio ambiente y tengan una cadena de comercialización justa.

Para lograr una alimentación más consciente y contribuir a cuidar el ambiente, estos 4 ejes (#LasCuatroCO) sirven como guía:

CONOCER: el origen de los alimentos, el recorrido que hicieron hasta llegar a la mesa (es mejor consumir productos elaborados cerca, así se colabora con la producción local y se reduce el impacto ambiental), cómo se producen, qué propiedades nutricionales poseen, su estacionalidad o disponibilidad si son alimentos que se consumen frescos (como frutas y verduras, pescados y algunos tipos de granos), diferentes técnicas de cocción y métodos adecuados para conservarlos.

COMPRAR: planificar el menú semanal ayuda a realizar una compra más eficiente y consciente de los alimentos. Esto contribuye a reducir el desperdicio. Informarse acerca de sitios para comprar los alimentos es clave para buscar la mejor relación entre oferta-demanda y precio-calidad.

COCINAR: la comida casera contribuye a una alimentación más saludable del grupo familiar y sirve como espacio de encuentro. De esta forma se consumen alimentos más sanos y menos procesados, con un menor contenido de grasas añadidas y sal. También se mantienen y transmiten recetas y hábitos alimentarios de herencia familiar. Involucrar a los más chicos en la cocina les genera hábitos saludables que perdurarán hacia la edad adulta.

COMER: la comida en familia constituye un espacio en el cual los padres transmiten a los hijos sus hábitos alimentarios e identidad cultural, por lo que para que las tradiciones puedan mantenerse, es fundamental comer reunidos en la mesa al menos una vez al día.

Para una alimentación más sana, son fundamentales #LasCuatroCO.