La historia de Corrientes, la legendaria avenida otrora calle porteña, está íntimamente ligada al mundo del espectáculo de Buenos Aires: así lo demuestra todavía la rica oferta teatral y cultural que se encuentra a cada paso.
Innumerables tangos la han retratado ya que, con la vista privilegiada del Obelisco, se ha convertido durante el siglo XX en un símbolo de la bohemia y el entretenimiento de Buenos Aires.
Es que quien recorra esta arteria legendaria, de día y de noche, podrá encontrarse con la múltiple oferta teatral, literaria, musical o gastronómica y, a su paso, el permanente homenaje a diversos artistas del mundo del espectáculo que triunfaron en la Argentina y el mundo.
Por ejemplo, los baldosones que recuerdan a músicos, actores y actrices; las marquesinas iluminadas que, como en una carterlera cinematográfica, refieren a obras de teatro legendarias; o las esculturas de referentes entrañables como Juan Carlos Calabró, Alberto Olmedo, Tato Bores, Minguito o Jorge Porcel, entre otros, que son visitados diariamente por miles de personas que se retratan en una selfie.
Así, pasear por Av. Corrientes recuerda cada vez más a sus años de esplendor: ahora está más linda y comunicada con su conexión gratuita a Internet WIFI; iluminada con tecnología LED en las luminarias y en las veredas; segura y limpia, con sus nuevos cestos de basura, con la recolección diferenciada y con las cuadrillas que se encargan del mantenimiento diario para que las veredas, postes y frentes estén relucientes.