Miércoles 28 de Septiembre de 2016

Carlos Melo: ciencia aplicada y ciudades del futuro

El ex Director General de Ciencia y Tecnología de la Ciudad repasa los aportes hizo con su trabajo a mejorar la vida de las personas enfermas. Anemias, pacientes tratados con quimioterapia, algunos tipos de cáncer y hepatitis, enanismo hereditario y esclerosis múltiple, son sólo algunos de las problemáticas que abordó a lo largo de su carrera.

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Carlos Melo es doctor en Química y licenciado en Química Industrial por la Universidad de Buenos Aires. Se desempeñó como investigador en Gran Bretaña e Italia y, de regreso a la Argentina, trabajó en el desarrollo de proteínas recombinantes y dirigió el grupo de investigación en el laboratorio Biosidus que obtuvo la primera vaca clonada transgénica de América Latina.

BA Ciencia: Contanos algunas de tus investigaciones más destacadas y en qué ayudaron a la sociedad
Tuve la enorme suerte de comenzar mi carrera cuando la biotecnología estaba en pañales, por lo que todo estaba por hacer y las cosas eran más fáciles. Por eso pude desarrollar sistemas para producir varios medicamentos biotecnológicos, liderar el desarrollo de los primeros animales clonados en Latinoamérica y liderar el desarrollo de un sistema llamado terapia génica, muy útil para varias afecciones del corazón.
Con respecto a los medicamentos biotecnológicos, en la década del '80 me dediqué desarrollar sistemas para producir varios que, hasta ese momento, sólo fabricaban unas pocas multinacionales y eran vendidos a precios muy altos. Gracias a un grupo de trabajo de altísima calidad y a que la empresa Biosidus invirtió en los desarrollos conseguimos -después de muchos años de estudios- ser los primeros y, por muchos años, los únicos en el mundo en producir medicamentos complejos y muy necesarios para la gente, a precios accesibles. En estos años decenas de miles de vidas fueron salvadas y centenares de miles de personas mejoraron su salud y calidad de vida en unos 30 países, allí dónde la empresa llegó con esos productos. Además de eso, demostramos que desde Argentina podíamos hacer ciencia aplicada de muy alto nivel, competir en el mundo, generar exportaciones de alto valor agregado y empleos de alta calidad. Esos productos ocupan un amplísimo rango y sirven para tratar anemias, para mejorar las defensas de pacientes tratados con quimioterapia, para tratar algunos tipos de cáncer y hepatitis, para que los chicos con enanismo hereditario crezcan a alturas normales, para tratar enfermos de esclerosis múltiple, etc.
En cuanto a la terapia génica, lo que me tocó hacer fue liderar el desarrollo de este sistema biológico que puede tener tres usos importantísimos y para los cuales hoy casi no hay tratamientos útiles: restablecer la circulación sanguínea en corazones enfermos, regenerar (por lo menos en parte) áreas infartadas del corazón y regenerar la circulación en las piernas de pacientes que, por distintas razones, perdieron la capacidad de llevar sangre en las cantidades adecuadas a los miembros inferiores. Los pacientes con este problema pueden caminar distancias muy cortas y comienzan a sentir dolor, llegando incluso a la amputación de piernas por este problema. Este sistema aún está en fase de estudios pero se encuentra bastante avanzado y, si todo continúa bien, en pocos años estará disponible para tratar enfermos.

BA Ciencia: ¿Qué es hacer “ciencia aplicada”?
Ciencia es investigar y descubrir lo que no se sabía. Entender mecanismos biológicos, físicos, etc. que no comprendíamos. De ese modo podemos adquirir nuevos conocimientos. Cuando esos conocimientos son usados para resolver un problema o mejorar una situación, se dice que la ciencia es aplicada. Pero en realidad hay una única ciencia, no existe un límite entre "básica" y "aplicada": la ciencia más virtuosa es la que recorre el camino desde el descubrimiento hasta la aplicación.
Para mí es "aplicar la ciencia" obtener un nuevo medicamento, construir y poner en órbita un satélite, usar la energía nuclear para obtener electricidad o que los automóviles contaminen cada vez menos. También lo es realizar estudios sociológicos, psicológicos, antropológicos que nos lleven a aplicar en el país sistemas y métodos que mejoren la calidad de vida de la gente. Y mil ejemplos más que muchas veces ni sabemos que existen, pero nos hacen vivir más y mejor, tener más empleos de mejor calidad, saber más, etc.

BA Ciencia: Fuiste el primer científico en Latinoamérica en clonar una vaca. ¿Qué la clonación y para qué nos sirve en el futuro?
El equipo que clonó las vacas Pampa era bastante grande, no fui yo quien lo hizo, sino un grupo de científicos, técnicos y trabajadores del campo, apoyados por una empresa y también en parte por el Estado. Me tocó apenas liderar ese grupo.
Clonar es obtener un nuevo ser a partir de una sola célula de otro. Ambos serán genéticamente idénticos, como dos hermanos gemelos, pero nacidos en diferentes épocas. El primer clon del mundo fue la oveja Dolly, y apenas 5 años después clonamos en Argentina las vacas Pampa. Hay diferentes usos posibles para la clonación. En nuestro caso la finalidad era, en uno de los pasos del proceso, poder agregar al nuevo individuo una característica que no tenía su "gemelo" originador. Colocamos a los clones una instrucción biológica (un gen) que hacía que las vacas clonadas pudiesen producir en sus mamas (y que saliera con su leche) un medicamento: la hormona de crecimiento humana. Los clones se transformaban entonces en fábricas de medicamentos muy sofisticados. Lo hicimos porque este sistema debía ser (y lo fue) mucho más eficiente que el tradicional, y así conseguiríamos producir para muchísima más gente. Así como la terapia génica, también este proyecto está en la etapa de pruebas de seguridad y eficacia necesarias antes de llegar a la gente. Continua avanzando en el sentido correcto.
La capacidad de modificar genes en el individuo que generamos a través de la clonación nos permite, entre otras cosas, la producción masiva de algunos medicamentos sofisticados y de muy alta calidad en la leche de diferentes animales. El futuro de la aplicación de esta tecnología está muy cerca de ser presente. Cabe aclarar que el medicamento no será bebido con la leche del animal: por diferentes razones debe purificarse de la leche y llegará a las farmacias como cualquier otro producto farmacéutico tradicional. En teoría podemos también modificar genes naturales en los animales y hacerlos inmunes a ciertas enfermedades, como la vaca loca entre otras.

BA Ciencia: ¿Cómo imaginás la ciudad ideal del futuro?
La ciudad del futuro es aquella que a través de la aplicación de todo tipo de ciencias será más sustentable, vivible, segura, capaz de soportar catástrofes naturales tales como inundaciones, con un tránsito más fluido y mejor, más verde, con mejores sistemas sociales y de salud, en la que sin importar su condición social la gente pueda desarrollarse y aspirar a empleos de más calidad, en la que el conocimiento y la educación, además de otras virtudes, sean los valores más importantes a alcanzar y los que nos garanticen el éxito en la vida.