En esta oportunidad, se implementará un piloto en una muestra de escuelas estatales y privadas seleccionadas aleatoriamente, con el objetivo de probar nuevas consignas que se incluirán en la evaluación censal de 2025, como la diferencia de resultados entre papel y en línea y nominalización de pruebas en línea.
Estas pruebas estandarizadas, que desde 2019 se realizan cada dos años en todas las escuelas primarias y secundarias de la Ciudad y que se tomaron por última vez en 2023, buscan generar información sobre logros de aprendizaje establecidos en el diseño curricular para las asignaturas de Prácticas del Lenguaje, Lengua y Literatura, y Matemática.
Las evaluaciones son escritas, de resolución individual y se corrigen a partir de criterios objetivos definidos antes de tomar las pruebas. Los resultados que se obtienen son confidenciales, cada equipo directivo recibe los resultados de su propio establecimiento y solo se difunden públicamente en forma agregada para ofrecer un diagnóstico del sistema educativo de la Ciudad, aportando a la reflexión y a la toma de decisiones en distintos niveles de gestión sobre la base de información sistemática, válida y confiable. En esta línea, los datos obtenidos en las evaluaciones FEPBA y TESBA 2023, junto con otros relevamientos y evidencia disponible de las diferentes áreas del Ministerio, brindaron los insumos necesarios para la planificación y diseño del Plan Buenos Aires Aprende.
«La evaluación estandarizada es una foto que nos permite conocer nuestro punto de partida en materia de aprendizajes, para establecer líneas de acción claras, trazar planes y fijar, monitorear y evaluar metas», aclaró Samanta Bonelli, directora Ejecutiva de la Unidad de Evaluación Integral de la Calidad y Equidad Educativa (UEICEE), a propósito de la relevancia de estas evaluaciones.