Miércoles 10 de Febrero de 2016

Conocé al ganador de ImpacTec 2015

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Hacer que las cosas pasen. Eso mismo quería Federico Marque cuando se anotó, casi a último momento, en el concurso del Gobierno de la Ciudad que identifica, potencia y premia al talento innovador argentino.

“Casi no me presento. No le había dado mucha bola al concurso y un conocido me lo mandó por mail en los últimos días previos al cierre. Yo pensaba que pedían un proyecto específico y la verdad es que no tenía ninguno en mente. Cuando vi que en realidad lo importante era tener ganas de resolver problemas y contar con una lectura propia de los desafíos del mundo actual, me anoté”, cuenta entusiasmado.

-¿Por qué elegiste IMPACTEC?

-Yo ya sabía de la existencia de Singularity University y tenía muchas ganas de ir. Me sentía identificado con las locuras de ciencia y tecnología, y si bien no me gustan mucho los concursos, me tiré un lance. Ya había emprendido y tenía una empresa en ese momento, pero no impactaba en un millón de personas. Cuando descubrí que lo fundamental no era tener un proyecto terminado, sino una visión del futuro y muchas ganas de generar un cambio, decidí presentarme.

-¿Cuáles fueron las etapas por las que pasaron?

-El proceso ImpacTec es genial. Fuimos a un asentamiento y en equipo con otros participantes hicimos un mapa de problemas. Después, participamos de talleres, debatimos cómo armar el proyecto y visitamos empresas. En ese proceso es que uno propone una solución a alguno de los problemas que vio, idea que después se vuelve eje fundamental del proyecto. Finalmente, se presentan las iniciativas frente al jurado y ellos eligen a la persona que más se adapte al perfil “Singularity”.

-¿Qué es para vos un perfil Singularity?

-Un perfil Singularity es mucho de tecnologías exponenciales, y otro tanto de impacto social, y lo que une ambos aspectos es el perfil emprendedor del participante. Hay cosas que siempre nos parecieron de ciencia ficción, que ya van a ocurrir: viajes al espacio, inteligencia artificial, máquinas que superen a los humanos. Para mí, lo increíble de esta experiencia es que te das cuenta que todo es posible. Y si todo es posible, por lo menos a mí, me dan ganas de hacer cosas. Si puedo hacer lo que sea, voy a usar toda mi energía para hacer algo que me guste y genere un impacto social.

-¿Qué le dirías a los emprendedores que todavía no saben si anotarse?

-Les aconsejaría que se animen. Para que se te ocurran proyectos interesantes, tenés que abrir la mente. La clave de todo buen emprendedor es la autenticidad, ser uno mismo. Hay que pensar problemas que nos interesen, porque cuando algo te apasiona, aunque sea complejo, vas a dedicarte igual. De todas maneras, lo más importante de esta experiencia es el grupo humano que se forma. Se trabaja todo el tiempo en equipo. Lo que más me quedo de Singularity University fueron las 80 personas de todo el mundo que conocí, con las que aún hoy sigo en contacto”.

Ideas en movimiento

Con sólo 36 años, Marque ya se presenta como una joven promesa para el campo de la innovación. El año pasado, fue proclamado ganador de ImpacTec, concurso de la Ciudad que identifica, potencia y premia al talento argentino. Allí desarrolló un proyecto para transformar basura orgánica y residuos cloacales en energía, en base a un reclutamiento que ejecutó en distintos asentamientos.

A través de su iniciativa, impulsó el desarrollo de la investigación colaborativa orientado a la tecnología y, tras ser proclamado ganador del concurso, obtuvo una beca para asistir a un programa de estudios en Singularity University (SU), la universidad más innovadora del mundo, ubicada en el campus de la NASA en Silicon Valley.

Una vez en Estados Unidos, Marque trabajó junto a otras 80 personas de todas partes del mundo en un proyecto para atacar el problema de las enfermedades crónicas - inconvenientes cardíacos, cáncer, diabetes, alzheimer y parkinson-. La iniciativa no es menor: 2 cada 3 personas mueren por enfermedades crónicas, que actualmente son la principal causa de muerte en el mundo. Es un problema que presentan tanto los países desarrollados como subdesarrollados.

“Empezamos a pensar en usar la saliva para poder detectar problemas de salud, en lugar de los tradicionales análisis de sangre que a nadie le gustan e implican tener que trasladarse a un centro de salud y esperar los resultados”, explica Marque.

La propuesta abarca la idea de usar la saliva para poder detectar problemas de salud. Idearon un dispositivo que, a través de la saliva, mide los indicadores de estas enfermedades, y pueda encontrarse tanto en hospitales como en consultorios, y hasta en domicilios particulares y salitas del barrio. “Así podremos predecir. Si vos te medís frecuentemente, podés ver cómo está tu salud. Aunque estés bien y no tengas ningún problema, igual tu salud hace picos y valles. Si armamos una curva, podemos predecir que va a pasar, y si predecimos que vas a tener un problema cardiaco, lo podés ver en el celular y tomar alguna acción. Esto es un dispositivo que va a estar conectado al celular, pero es externo. El impacto de esto es enorme”, explica.

Espíritu emprendedor

Apasionado por la ciencia, la innovación y los emprendimientos con impacto social, Federico Marque estudió Ingeniería Industrial y cofundó dos ONG’s biotecnológicas encargadas de investigación y desarrollo: El Arranque y La Flecha.

También co-fundó la empresa de investigación y desarrollo en biotecnología Bioimanay, dedicada a la investigación y desarrollo de proteínas recombinantes para aplicaciones industriales como hormonas, vacunas, enzimas, anticuerpos.

Con tres compañeros co-fundaron Morpheeo, un emprendimiento que busca revolucionar la salud, democratizando las herramientas para que todas las personas del mundo puedan analizar su salud de forma simple a partir de la saliva y contar con la herramienta para prevenir enfermedades crónicas.