Lunes 06 de Octubre de 2014

Consejos para el cuidado de tu mascota: Entrenamiento básico del cachorro.

Con los cachorros debemos ir de a poco y con paciencia, educándolos desde el principio para evitar problemas de comportamiento en el futuro. En esta nota te contamos cómo.

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Consejos para el entrenamiento básico del cachorro

Al igual que la vacunación y desparasitación, la educación del cachorro debería ser tenida en cuenta desde su llegada a nuestro hogar para evitar problemas de comportamiento en el futuro. Con los cachorros debemos ir de a poco y con mucha paciencia, ya que ellos tienen una capacidad de concentración limitada y corremos el riesgo de que se cansen o se aburran.

Al cachorro naturalmente le gusta jugar, por eso, debemos canalizar el aprendizaje a través del juego mezclado con ejercicios de corta duración. Por otro lado, es necesario ser consistente: lo que se prohíbe hoy no debe ser permitido mañana, y todas las personas de la casa deben estar de acuerdo y actuar de la misma manera para no confundir al animal. El lenguaje a utilizar debe consistir en palabras cortas y simples que serán repetidas con frecuencia. Es decir, el perro reconoce el tono de las palabras y no su significado: por lo tanto, el tono utilizado debe cambiar en función de si se está dando una orden, una felicitación o si se lo está corrigiendo.

La postura corporal y la posición de los brazos y las manos también son muy importantes y son parte fundamental de la comunicación con el animal. Una de las mejores formas para enseñarle es mediante el refuerzo positivo, o sea, recompensando al animal cuando realiza una acción positiva, como por ejemplo hacer pis donde debe, o permanecer sentado cuando se lo pedimos, etc.

Lo primero que hay que enseñarle al cachorro es a responder y acudir cuando se lo llama. Para esto es necesario que él asocie esa situación con algo agradable, por ejemplo, cada vez que acude al llamado recompensarlo con algún juguete o una golosina.

Algo que también debe aprender es el “NO”. Esta palabra debe ser pronunciada en voz firme y acompañada de una postura corporal adecuada cuando el cachorro está realizando una acción prohibida. Pero sólo es útil cuando es pronunciada en el momento justo en que se está cometiendo la acción. Por ejemplo, si al llegar a casa después del trabajo encontramos algún destrozo, de nada sirve retarlo o decirle “NO” mostrándole el objeto roto, ya que el animal no asocia las dos cosas y no comprende la situación. Para ayudarlo a comprender dónde debe hacer sus necesidades es conveniente que en un principio pueda salir a un patio o a pasear (o sea, lugares permitidos) cada 2 o 3 horas y después de cada comida, para que de esta forma el aprendizaje se dé de forma natural.

Para comenzar a pasear, es necesario que el cachorro esté acostumbrado al collar y a la correa y se sienta cómodo con ellos, para lo cual debemos acostumbrarlo desde temprano realizando sesiones cortas de paseo con correa en el hogar.

¡Animate a adoptar un cachorro y consultá siempre con tu veterinario ante cualquier problema o duda que surja durante el proceso!