Lunes 17 de Julio de 2017

Cuando la comida se utiliza como premio o castigo

.

Compartir en Redes

“¡Sí te portas bien te llevo a comer una hamburguesa!” ” ¡Hasta que no comas todo el brócoli no ves la tele!”

Algunas de estas frases quizás nos resulten cotidianas, porque nos las dijeron alguna vez o actualmente quizás la decimos nosotros. Pero esto encierra un mensaje que tal vez no es el que queremos trasmitirles a los niños. Te contamos porque…

Por un lado se los “premia” con alimentos que suelen ser de muy mala calidad nutricional, con alto contenido de azucares y grasas; Y por otro lado, se utilizan los alimentos saludables pero que no agradan tanto a los niños, como “castigo”.

Esto genera, que con determinados comportamientos, se asocien alimentos poco saludables como algo positivo, al estar asociadas a gratificación y placer. Y, contrariamente, a los alimentos saludables Se les adjudique un valor negativo, lo que trae como consecuencia que en un futuro los aparten de su dieta. Como se puede observar, inconscientemente con esta práctica, se condiciona la variedad de su alimentación.

La obesidad infantil crece a pasos agigantados. Algunos factores que contribuyen con esto son la gran oferta de alimentos refinados, comidas precocidas, golosinas, snacks y bebidas azucaradas; así como el sedentarismo causado en gran parte por el tiempo que pasan los niños frente a las pantallas (televisión, computadora y celulares). Y no podemos dejar de mencionar la publicidad dirigida a los niños, que tiene una gran influencia sobre esta población, en la cual predominan productos poco aconsejables en su alimentación.

Por todo esto, es importante educar a los más pequeños sobre el consumo responsable de alimentos de poco valor nutricional, así como su rol dentro de la salud si se comen en exceso.

Después del año de edad, si se quiere premiar al niño por un comportamiento deseado se pueden utilizar elogios, juegos o actividades especiales, en lugar de alimentos. De este modo, procuramos que no se consideren como especiales los alimentos poco saludables.

Corregir estos hábitos desde la infancia, podrá traer beneficios significativos en toda la niñez, y se cree que hasta la vida adulta, ya que se estarían evitando asociaciones poco saludables con respecto a los alimentos.