El libro de Villa a Barrio describe el trabajo que se ha hecho desde la Secretaría de Hábitat durante 2012 y 2013, el mismo cuenta cómo se trabaja y qué se hace.
Cuando se habla de Hábitat e Inclusión se refiere que en toda obra física hay un gran componente social para que la comunidad participe de su diseño, de su ejecución y de su apropiación.
Con la creación en diciembre de 2011 de la Secretaría de Hábitat e Inclusión (SECHI), el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires enfrenta de otra manera ese problema histórico: con presencia territorial integral, con cercanía hacia la comunidad independientemente de ideologías y opciones políticas, con una articulación mayor entre las diversas dependencias del gobierno, con alianzas estratégicas con muchas organizaciones, empresas, universidades, Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), organizaciones comunitarias y otras entidades, con la potenciación de nuevos liderazgos sociales, con cambios fundamentales en la gestión pública.
Todos los proyectos urbanos deben ser integrales, deben ayudar a construir una mejor sociedad, a generar una mejor ciudadanía, a afianzar el sentido de lo público en nuestra sociedad.
"Estamos convencidos de que para resolver un problema no sólo hay que hacer cosas sino, fundamentalmente, hay que cambiar la manera de hacer esas cosas", dijo Marina Klemensiewicz, secretaria de Hábitat e Inclusión.
Mujer y Hábitat, Deporte Inclusivo, Economía Social, Ciudadanía y Convivencia, Fortalecimiento de Organizaciones Sociales y Cultura Viva Comunitaria son los programas de Inclusión y en todo proyecto de obra física están presentes para que el resultado de cada acción sea realmente el mejoramiento integral de la calidad de vida de la población de las villas y para que su ejecución permita pasar de villa a barrio, romper la informalidad, conectar la ciudad y construir una sociedad más equitativa territorial y poblacionalmente.
