Martes 15 de Octubre de 2013

Dos íconos porteños iluminaron el corazón de Buenos Aires

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La Secretaría de Atención Ciudadana inauguró las “Cícladas porteñas”, dos esculturas monumentales de Marta Mijunín inspiradas en las representaciones escultóricas griegas. Además, puso en funcionamiento las nuevas luces del Obelisco, que ahora actúa como faro de toda la ciudad.

El proyecto del “Obelisco como faro” busca revalorizar el ícono más importante de Buenos Aires, haciendo que brille todas las noches. La obra de Minujín, emplazada en los extremos del Pasaje Piazzola entre Cerrito y Lavalle, busca revitalizar el espacio público de la zona a través de estas nuevas figuras que se iluminarán por la noche y formarán parte del paisaje porteño.

Participaron del acto de inauguración, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el secretario de Atención Ciudadana, Eduardo Macchiavelli; la presidente de la Junta Comunal 1, María Cristina Brunet y vecinos y comerciantes de la Comuna. Durante el evento, el Obelisco brindó un juego de luces para la sorpresa de los espectadores.

Horacio Rodríguez Larreta expresó: “Las expresiones artísticas y culturales que confluyen en la ciudad son increíbles. Intentamos que la creatividad de los grandes talentos que tenemos en nuestro país llegue a todos para que puedan disfrutar y admirar sus obras”.

"Estamos incorporando estas obras artísticas de gran valor cultural y patrimonial para que los vecinos las puedan apreciar en el espacio público”, expresó Eduardo Macchiavelli, secretario de Atención Ciudadana. Y agregó “Esto se realiza en línea con lo que hacen las grandes ciudades del mundo, y es por eso que apoyamos la participación de artistas argentinos consagrados, como jóvenes talentos."

Luego de viajar a Grecia y descubrir las Cícladas griegas, la artista Marta Minujín trabajó sobre estas representaciones escultóricas del ser humano que se remontan a 6500 años antes del presente. Las obras están realizadas en barra de hierro de 16 y trama de malla metálica y tienen una altura de de 4,5 metros una de ellas y 4,8 metros la otra, incluyendo el pedestal.

Sobre la experiencia, Minujín destacó “La idea de las Cícladas fue elaborarlas en tamaño monumental para que fueran emplazadas al aire libre. Estas son obras ecológicas porque se transforman con el clima y se integran al paisaje. Mi idea es que interactúen con los cambios atmosféricos y con la naturaleza, que se muevan con el viento, se cubran de nieve o de hojas, se mojen con la lluvia y que los pájaros aniden en su interior".