Miércoles 01 de Febrero de 2017

El ambiente que nos rodea, otra forma de entender la obesidad.

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La obesidad es un problema de gran magnitud a nivel mundial y que va en aumento. Son múltiples los factores que contribuyen a que una persona pueda desarrollarla, uno de ellos es el ambiente. ¿A qué nos referimos? Te invitamos a mirar a tu alrededor. Escaleras mecánicas, transportes, largas horas de oficina, televisión y computadora, cosas de todos los días que limitan nuestro movimiento, generando una vida más sedentaria.

Observemos un poco más: casas de comida rápida, delivery y una gran oferta de alimentos industrializados con alto contenido en calorías, sodio y aditivos; como son los snacks, panchos, hamburguesas, golosinas entre otros.

¿Cómo lograr una alimentación saludable cuando me invitan a cenar o tengo un cumpleaños? ¿Cómo decirle que no a las cosas dulces que llevan al trabajo? Muchas de estas situaciones afrontamos a diario y parece ser todo un desafío poder lograr un peso saludable cuando todo a nuestro alrededor nos lleva a ser cada día más sedentarios, comer demás y de poca calidad.

Pero no todo está perdido, se puede lograr una buena alimentación en medio de un ambiente que a veces nos ofrece lo contrario. Te dejamos algunos consejos prácticos.

Si salís a comer…

Elegí preparaciones que lleven formas de cocción al horno, plancha, parrilla, o hervido. Optá por ensalada, puré o verduras grilladas como guarnición. Evitá las entradas y comer pan. Compartí el postre, o elegí tomar un café o té saborizado.

Si estás en la calle y te agarra hambre…

Elegí como opción una fruta, ensalada de fruta, un yogur descremado, un puñado de frutas secas o una barra de cereal.

En el trabajo…

Llevarte la comida de tu casa es la opción más saludable y económica. Planificá tu vianda. Sí te levantás con poco tiempo, prepara la vianda la noche anterior y guardala en la heladera. Incluí verduras y frutas y no te olvides de acompañar tus comidas con agua.

¡Mantenete en movimiento!

Trasladate caminando o en bicicleta, utilizá escaleras fijas, salí a trotar/correr o practicá algún deporte.

Una alimentación saludable, un descanso suficiente y realizar actividad física regularmente son hábitos que te ayudan a sentirte bien y rendir mejor todos los días.