El Polietileno Tereftalato, también conocido por su sigla PET, es un tipo de plástico que solemos identificar como botellas de agua, gaseosa, aceite, entre otros. No obstante, además de ser 100% reciclable, sus aplicaciones varían desde la fabricación de más envases hasta la producción de abrigos de polar.
Los envases y botellas PET pueden ser fácilmente identificados a través del símbolo de reciclaje con un número 1.
En el marco del Concurso Sumá Verde, los alumnos de 4to año de escuelas de gestión pública y privada deberán reunir la mayor cantidad de PET posible para acercarlos a los puntos verdes habilitados y, de ese modo, intercambiarlos por puntos.
Es importante destacar que los envases entregados, para poder ser reciclados, deberán estar vacíos, secos y limpios, sin ningún contenido ni liquido adentro. En caso contrario, el responsable del Punto Verde podrá rechazar los envases en cuestión y devolverlos al participante.
Con 40 botellas de plástico puede elaborarse un buzo pólar.
Los residuos que generan las escuelas, tanto los PET como el resto de los materiales, por ley eben epararse: en el cesto verde se colocan los reciclables y en el cesto negro la basura. Los reciclables son los residuos que pueden convertirse en materia prima útil para elaborar nuevos productos: cartón, papel, plástico, vidrio, Tetra Brik, Metales.
La basura incluye el material que potencialmente podría ser reciclable pero que se encuentra sucio, engrasado o mojado, y los residuos orgánicos, aunque en este último caso, lo que son restos de comida, café, yerba o poda pueden utilizarse para compost, para obtener tierra rica en nutrientes.
La separación en origen es una de las diversas maneras que tenemos de contribuir con el cuidado del ambiente desde casa, la escuela o nuestro lugar de trabajo. De este modo, podemos reducir la cantidad de residuos que van a los rellenos sanitarios, y obtener una gran cantidad de materiales que se pueden aprovechar para elaborar muebles, juguetes o diversos elementos decorativos.
Los alumnos de las más de 2500 escuelas de la Ciudad separan sus residuos y ya lograron reunir 1741 toneladas de material reciclable desde el año 2010.