En la sede de la Policía Metropolitana se llevó a cabo el cierre del curso que la Agencia de Protección Ambiental (APrA) del Ministerio de Ambiente y Espacio Público dictó para los cadetes de la escuela. El objetivo de estas clases es ofrecer las herramientas necesarias para actuar en caso de potenciales delitos ambientales y conocer qué leyes regulan estas acciones.
Este es el cuarto año que APrA ofrece esta capacitación. En esta oportunidad, el foco estuvo puesto en cuestiones prácticas, operativas y de procedimientos, que sirvan de respaldo para la tarea de los oficiales en servicio y se sumó por primera vez el eje del tráfico ilegal de fauna silvestre.
El primer módulo estuvo dedicado a la ecología urbana y los espacios públicos, en él se habló acerca del concepto de ambiente, el rol de las ciudades como grandes consumidoras de recursos, la ecología urbana, los usos y permisos de los espacios públicos y la importancia de los espacios verdes.
El módulo dos se refirió a los residuos sólidos urbanos, la gestión de los residuos, la separación en origen y la clasificación, tipos y sistemas de transporte y recolección, pliego de recolección y disposición de residuos, buenas prácticas ciudadanas.
En la tercera clase los temas giraron en torno al tráfico ilegal de fauna silvestre, detalles acerca de esta problemática y los puntos críticos de la Ciudad, formas de identificar ilícitos, normativa aplicable y procedimientos asociados.
El último encuentro se refirió a la Cuenca Matanza Riachelo, características y situación actual, fallo Mendoza, la ACUMAR y el Plan Integral de Saneamiento Ambiental, inspecciones, fiscalización y control ambiental, experiencia de la Policía Metropolitana en camino de sirga del Riachuelo.
La cursada se basó en el carácter de proximidad al que aspira la Metropolitana para potenciar el vínculo entre los vecinos, la fuerza y la Ciudad.
Los vecinos de la Ciudad son actores fundamentales en la concepción de una ciudad más limpia y más amigable con el entorno. Su rol es imprescindible para garantizar a las generaciones venideras un ambiente sano y sustentable. De ahí nace la necesidad de contar con una fuerza policial capacitada y capaz de responder ante las necesidades ambientales de una población cada vez más consciente sobre temas vinculados al cuidado ambiental.
