Lunes 07 de Octubre de 2013

Francisco junto a la virgen de los Buenos Aires

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El Papa hizo una emotiva visita a Cerdeña, el 22 de septiembre...

"Cuando se fundó la ciudad de Buenos Aires su fundador quería llamarla Ciudad de la Santísima Trinidad, pero los marineros que lo habían llevado hasta allí eran sardos y querían que la llamase Ciudad de la Virgen de Bonaria", explicó el Papa Francisco meses atrás, antes de su visita al santuario de Cerdeña, el 22 de septiembre.

Cuenta la historia que hubo una discusión entre unos y otros y al final llegaron a un compromiso, pero el nombre de la ciudad resultó muy largo: "Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora de Bonaria".

"Pero, claro, era tan largo que quedaron sólo las últimas palabras: Bonaria, Buenos Aires, en recuerdo de vuestra imagen de la Virgen de Bonaria", detalló el Pontífice.

Buenos Aires y Cagliari, capital de Cerdeña, están ligadas por una común veneración de la imagen de la Virgen, que le dio nombre a la Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora del Buen Ayre (Bonaria) fundada por Pedro de Mendoza y luego refundada por Juan de Garay.

La imagen original tallada en madera de algarrobo, de 1,56 cm, muestra a la Virgen con el Niño en su brazo izquierdo, una candela encendida en la diestra y un paño manchado de sangre sobre la manga derecha de su hábito, cubierta por un manto azul con flores doradas, amén de una túnica rosa. El Niño porta en su mano izquierda un globo terráqueo y bendice a los fieles con la derecha.

Desde 1932 la ciudad de Buenos Aires le rinde culto a la virgen Bonaira en la iglesia construida en su nombre “Nuestra Señora del Buen Ayre”, ubicada en el barrio de Caballito en las calles Gaona y Espinosa.

De estilo neogótico lombardo, la iglesia cuenta con dos torres imponentes de 70 metros cada una. Su construcción comenzó en 1911, inaugurada el 3 de diciembre 1932 y restaurada a principios de la década del 90. En sus macisas puertas de bronce se rinde homenaje, con esculturas en relieve, a Juan Díaz de Solís, Pedro de Mendoza, Cristóbal Colon y Juan de Garay.

En el altar mayor se ven las imágenes de Nuestra Señora de la Merced y Nuestra Señora de los Buenos Aires, ubicada sobre una embarcación. El Templo tiene una longitud de 80 metros de largo y por su estructura tiene una particular luminosidad.