Basada en el libro homónimo de María Gainza, La luz negra no es una visita guiada ni una obra de teatro sino un pliegue, un diálogo entre ambas que discurre mientras intérpretes y espectadores recorren –e intervienen, de cierta forma– Transicionar lo surreal, la muestra de Mariette Lydis expuesta en el Museo Sívori.
Todo se combina en un juego de espejos entre lo real, lo imaginado y lo que pudo ser o dicen que fue: la Viena de fin de siglo cosmopolita y decadente, los viajes a Oriente, los amores feroces y los desarraigos repentinos de la artista nacida en Austria y trasplantada a Buenos Aires, su obra inclasificable guardada durante años en el depósito del museo, sus falsificaciones legendarias, sus fantasmas y la historia de su único coleccionista en el país.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida por Museo Sivori (@museo_sivori) el 12 de Sep de 2019 a las 2:55 PDT