Martes 02 de Agosto de 2016

Ser voluntario: ¿cómo damos el primer paso?

PARTICIPÁ

Compartir en Redes

Hay numerosos proyectos y organizaciones en la Ciudad de Buenos Aires que trabajan día a día en pos de distintas causas. Ser voluntario implica donar nuestro tiempo con el fin de lograr distintos objetivos a partir de esfuerzos compartidos. Pero, ¿por dónde empezar? Las opciones son muchas. Por eso, compartimos algunas preguntas disparadoras para hacernos que nos brindarán un punto de partida para comenzar con la tarea de voluntariado:

¿Con qué causa nos queremos involucrar?

Esto tiene que ver con los problemas con los que más nos sensibilizamos, con nuestros intereses y motivaciones. Son muchas las problemáticas que podemos afrontar a través del voluntariado: educación, inclusión, ambiente, nutrición, salud, vivienda, desarrollo profesional, emprendimientos, recreación, deporte, entre otros.

¿Con qué tipo de voluntariado queremos y podemos colaborar?

¿Buscamos un voluntariado que nos permita poner en práctica aquello para lo que estudiamos y nos capacitamos? ¿O apuntamos a una actividad que nos acerque a experiencias nuevas, distintas de nuestra área de conocimiento? Hay organizaciones que buscan voluntarios profesionales en distintas áreas como contaduría, comunicación, informática, diseño, arquitectura, pedagogía, entre otras; y también hay proyectos que requieren voluntarios sin experiencia ni estudios específicos para tareas como recorridas por la calle, clasificación de donaciones, asistencia en eventos y muchas más.

¿Dónde puedo realizar el voluntariado?

Debemos tener en cuenta el área de la actividad que vamos a desarrollar y nuestras posibilidades de traslado. ¿Podemos acercarnos hasta donde se realiza el voluntariado? En caso de que no podamos hacerlo debemos buscar oportunidades cercanas o bien opciones de tareas voluntarias a realizar desde nuestro hogar.

¿Qué tiempo le puedo dedicar al voluntariado?

¿Queremos probar con una actividad esporádica de un sólo día o estamos buscando un compromiso sostenido en el tiempo? ¿Vamos a colaborar en un proyecto que tiene principio y fin o un voluntariado constante? ¿Cuántas horas podemos dedicarle a la semana y qué días?

Una vez que respondamos estas preguntas tendremos más en claro cuáles son nuestras posibilidades y qué tipo de voluntariado y organización mejor se adapta a ellas. Ahora sí, ¡manos a la obra! !