El Jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri participó del Foro de Ingeniería que se realizó en el Centro Argentino de Ingenieros (CAI), donde se analizó la situación hidráulica de la Ciudad de Buenos Aires.
Macri participó de la jornada de expertos, coordinada por el Ing. Máximo Fioravanti, con el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, en la que se debatió sobre el diagnóstico de cada una de las cuencas de la Ciudad.
El Gobierno porteño tiene en marcha la primera etapa de la obra del Arroyo Vega y está trabajando para el llamado a licitación que permitirá completar los trabajos.
Los expertos destacaron que la Cuenca del Arroyo Vega recorre exclusivamente terrenos de la Ciudad de Buenos Aires y se evaluaron como alternativas un túnel con un tramo convencional de obra de 2400 metros (entre Helguera y Victorica) y otro tramo, por realizarse con una tuneladora, de 6000 metros (entre Victorica y su desembocadura).
También se analizó la necesidad de adoptar medidas no estructurales, entre las que se consideraron la construcción de una red hidrometeorológica, la necesidad de contar con un mapa de riesgo hídrico, planes de gestión y contingencia, entre otros.
En cuanto a la Cuenca del Arroyo Medrano, se destacó como principal característica que sólo la tercera parte se encuentra en jurisdicción de la Ciudad de Buenos Aires.
Se planteó una obra de alivio del emisario principal, la necesidad de adecuar el cuenco regulador de Villa Martelli, conectar los pluviales secundarios y reforzarlos, así como instalar nuevos sumideros.
La opción para realizar esta obra es a través del método convencional y se prevén 27 meses de obra.
El Director General de Obras de Infraestructura, Daniel Capdevila, expuso sobre la importancia de las medidas no estructurales a los fines de mitigar las inundaciones en la Ciudad.
Asimismo, el Director General de Planeamiento de la Ciudad de Buenos Aires, Fernando Álvarez de Celis, explicó las políticas del área, la inclusión de las cuencas en el Modelo Territorial de la Ciudad de Buenos Aires para llevar a una legislación que contemple dos proyectos elevados a la Legislatura: la de captación de aguas de lluvia y la de techos verdes, como medidas no estructurales muy significativas. El modelo territorial permite identificar las zonas más vulnerables para desarrollar nuevas medidas de planificación.
