Esta exposición simboliza la capacidad destructiva del hombre y la persistencia de un poderío nuclear que amenaza el futuro, con la idea de que la mirada al pasado no la convierta en un monumento inmovilizado o en un emblema congelado sino que encienda reflexiones y compromisos atravesados de presente.
Saggese presenta una serie de grabados, monocopias y libros de artista. Entre ellos, la obra Que el futuro no nos mire con ojos minerales II (foto), distinguida con el Premio Único en Monocopia en el Salón de Artes Plásticas Manuel Belgrano 2014 –por el cual integra la colección de arte argentino del Sívori–, se exhibe junto a un conjunto coherente de piezas que completan y profundizan su sentido poético.
“Las obras se dan en un cruce de sentidos propuestos por un manto de seda samurái evocador de la cultura japonesa herida y los poemas de Débole impresos sobre bandos que traen las huellas de lo orgánico, caligrafías que estilizan motivos naturales o pisadas efímeras de aves. Mediante técnicas de impresión policromas y aplicaciones de plata, oro y cobre, recuerdan los grabados japoneses”, señala Graciela Limardo, jefa de Museografía y Curaduría del Museo Sívori.
María José Saggese tributa y “cita los poemas de Juan Carlos Débole, quien en 1985, a cuarenta años de Hiroshima y Nagasaki, en un ‘urgente llamado a la cordura’ reclamaba ‘…proteger el mañana, el calor de la tierra y la savia que en la rosa se ilumina…’. Advertencias que mantienen su vigencia ya que la humanidad no está a salvo de acciones genocidas (…) Nos propone un ejercicio de introspección que nos aliente a despojarnos de indiferencias y a tomar conciencia”, finaliza Limardo.
