El Papa le envió un telegrama al cardenal Ricardo Ezzati Andrello, presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, a raíz del sismo que sacudió a ese país. Francisco arranca el texto marcando una sensación de profunda pena por lo ocurrido. Dice: “Querido hermano… Hondamente apenado al conocer la noticia del sismo que ha ocasionado víctimas y heridos, así como daños materiales y cuantiosos desplazados en ese amado país. Por tu medio deseo hacer llegar a todos los chilenos mi cercanía y sentido afecto.”
Y continúa así: “Pido a dios que otorgue el eterno descanso a los fallecidos, consuele a los afectados por tan lamentable desgracia e inspire en todos sentimientos de esperanza para afrontar dicha adversidad. Asimismo, ruego encarecidamente a las comunidades cristianas, instituciones civiles y personas de buena voluntad que, en estos tristes momentos, presten una ayuda eficaz a los damnificados, con espíritu generoso y fraterna caridad.”
Cierra el mensaje, firmado por Francisco, de este modo: “Mientras invoco la amorosa protección de Nuestra Señora del Carmen, imparto mi bendición como signo cordial de aprecio al noble pueblo chileno, tan presente en mi corazón.”