“Nunca más la guerra”, las persecuciones, el tráfico de armas, fue el pedido del papa Francisco, realizado en el aniversario de la finalización de la Segunda Guerra mundial, con la capitulación japonesa del 2 de septiembre de 1945.
“En estos días, dijo el Santo Padre en sus palabras pronunciadas al finalizar la audiencia general, también en Extremo Oriente se recuerda la conclusión de la Segunda Guerra Mundial. Renuevo mi fervorosa oración al Señor de todos para que, por intercesión de la Virgen María, el mundo de hoy no tenga que experimentar los horrores y los espantosos sufrimientos de tales tragedias. ¡Pero las experimenta!”
“Este es también el deseo permanente de los pueblos, en particular aquellos que son víctimas de los diversos sanguinarios conflictos que están en curso. Las minorías perseguidas, los cristianos perseguidos, la locura de la destrucción y además los que fabrican y trafican las armas, armas ensangrentadas, armas mojadas por la sangre de tantos inocentes”.
“¡Nunca más la guerra! Es el grito cordial que de nuestros corazones y del corazón de todos los hombres y mujeres de buena voluntad sube al Príncipe de la paz”, concluyó Francisco.
Fuente: Aica
