Lunes 01 de Agosto de 2016

Payadores. Gabino Ezeiza Payador Nacional II

Homenaje a Gabino Ezeiza al cumplirse en octubre el Centenario de su fallecimiento

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Hacia 1885 Gabino Ezeiza era una sensación en bares y teatros de la Argentina y Uruguay, e inventaba una nueva profesión rentada en el espectáculo argentino: el payador. Al mismo tiempo musicalmente incorporaba la milonga – hija del candombe - la habanera, el vals, la cueca y la marcha canción a la par de que iba de la cuarteta a la décima, dándole mayor enjundia a los versos.
Parte de su fama constituía en la notable capacidad para la improvisación con los tópicos menos pensados: “Es para pobres y ricos/una bendición de Dios/pero si pregunta un químico/ el agua es H2O”.
Víctor Di Santo – biógrafo de Ezeiza y también payador – dice que las enseñanzas y renovaciones promovidas por Gabino hicieron escuela. No hubo música popular de aquellos tiempos que él no haya adaptado a su repertorio. Inclusive el tango, tal es así que en diciembre de 1904 grabó para el sello Zonófono uno de su autoría titulado Tango Patagones.
Gabino apabullaba a su rival descargando un torrente de palabras y solo callaba para dejarle el turno al contrincante. La facilidad con la que improvisaba los versos le permitió introducir la modalidad del tema a pedido del público.
Perfeccionó la cuarteta en la que era insuperable, practicando además la sextilla y la octavilla estructura de versos que prefirió a la décima. Otra creación de Gabino Ezeiza fue el saludo a los pueblos entre los que se encuentra la más célebre de sus composiciones, el emblemático “Saludo a Paysandú” que fue ovacionado por el público oriental y que años después de su muerte fue llevado al disco por Carlos Gardel.

Imagen: Gabino Ezeiza (izq.) e Higinio Cazón (der.). Fondo Documental Carlos G. Daws. Biblioteca y Archivo del Museo de Arte Popular José Hernández.