Cuando habla de Milonga se emociona. De ella le quedó el recuerdo de “mil momentos compartidos “y La Pampa”, como le dice él a su bellísima Golden que lo acompaña desde hace diez años, hija de su adorada Milonga. Hace un año se sumó Pancho, otro gigantesco Golden rescatado por su amiga Nora Portela y a quien Robertito le tuvo que tener mucha paciencia “Pancho es guapísimo y bien gaucho, pero al principio fue muy duro pues se escapaba, se portaba muy mal y era tosco y caprichoso”, recuerda. De a poco se fue tranquilizando y hoy ya somos tres. “Hoy se porta bien y conoce todos mis momentos”, dice Robertito, como lo llaman muchos a este periodista a quien desde hace unos años nos hemos acostumbrado a ver en la pantalla con sus agudos comentarios.
¿Dónde nace tu amor por los animales?
Me crié con perros y muchos otros animales. Vivíamos en una casa en un barrio de Mendoza. Mi mamá es recontra bichera. Tiene tres perros.
Cuando vas a trabajar, ¿se van con vos o quedan en casa?
Me las llevo a trabajar cuando hago los móviles en vivo y ellas están conmigo. ¡Me ayudan muchísimo! Rompen el hielo.
¿Qué te da compartir la vida con tus perros?
Sabiduría, me enseñan todo el tiempo, compañía, y una relación incondicional que no te la dan los seres humanos.
¿Cómo se comportan en la calle?
Tenemos un recorrido y la gente ya los conoce. ¡Son mangueros! En los restaurantes piden y les dan. La gente se acerca y los toca. Vienen los chiquitos y se ponen a jugar, ellos son los protagonistas cuando estoy con ellos. Yo paso a segundo plano.
¿Adoptaste algún perro de la calle?
Si, al Rata. Lo vi en la puerta del supermercado esperando comida y me siguió. Decidí incorporarlo. Lo lleve a casa, lo bañé y se quedó con nosotros.
¿Un sueño?
Salimos con mi Cabriolet y vamos a pasear. Se sientan Pampa adelante y Pancho atrás. ¡Les encanta! Sueño con recorrer toda la Argentina con ellos. Ir a los Valles Calchaquíes, que se bañen en los ríos y que me permitan tenerlos en los hoteles conmigo.
Fotos: Clara de Estrada para Oh my dog!