Jueves 03 de Mayo de 2012

Se inauguró la Plaza de la Shoá

Macri abogó para que este espacio público se convierta en “un punto de encuentro, de memoria y de reflexión sobre uno de las peores tragedias que vivió la humanidad”

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El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, inauguró la Plaza de la Shoá, en el barrio de Palermo, y abogó para que este espacio público se convierta en “un punto de encuentro, de memoria y de reflexión sobre uno de las peores tragedias que vivió la humanidad”.

Acompañado por el embajador de Israel, Daniel Gazit y por dirigentes de la comunidad judía local, Macri destacó la importancia de “tener presente” el Holocausto “para entender hasta qué extremos aberrantes se puede llegar cuando hay intolerancia y violencia”.

El acto contó también con la presencia del jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta; del Ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, y del Subsecretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, entre otras autoridades del Gobierno y legisladores porteños.

La nueva plaza se encuentra ubicada en un predio lindante con el ex Paseo de la Infanta, entre Avenida del Libertador y el terraplén de las vías del ferrocarril Mitre.

Consta de un amplio espacio verde recorrido por caminos de granza roja que desembocan en un círculo central de cemento, adornado perimetralmente con siete árboles que simbolizan las siete llamas de la Menorah, uno de los rituales tradicionales del judaísmo.

Macri destacó que “esta es la primera Plaza de la Shoá en América latina” y manifestó el deseo de que la obra “se complete pronto” con el monumento en memoria de las víctimas, que se erigirá sobre uno de los accesos a la plaza.

Esa construcción tendrá un muro fragmentado en dos partes. Una de ellas se levantará con 29 piedras, la cantidad de víctimas fatales del atentado contra la embajada de Israel en 1992, mientras que la otra parte será montada con otras 85 piezas por el número de personas que perdieron la vida en el ataque terrorista contra la sede de la Amia en 1994.

Al comienzo de la ceremonia se escuchó el testimonio de David Galante, un sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz que reside en Argentina desde 1947.

“Agradezco a todas las autoridades que hicieron esto posible. Hoy es un gran día. Buenos Aires tiene un espacio público para que sus ciudadanos puedan honrar y recordar a las víctimas de la Shoá”, afirmó.

Macri puso de relieve el aporte que históricamente hizo la comunidad judía para contribuir a la construcción de la Argentina y ponderó el ejemplo de los sobrevivientes de la Shoá que vinieron a Buenos Aires “con sus valores y con amor, porque sólo se sale de un momento tan traumático con mucho amor”.

Señaló que esa enseñanza sigue siendo muy valiosa para “un país joven como la Argentina en el que todavía tenemos que trabajar mucho para bajar los niveles de intolerancia y de violencia que hay en nuestra sociedad”.

Al término del acto, acompañado por alumnos del colegio Beth, Macri procedió a plantar el séptimo árbol que adornará el cantero central de la plaza.

El jefe de Gobierno también recorrió una muestra fotográfica en memoria de las víctimas de la Shoá que fue instalada en la plaza con motivo del acto inaugural con imágenes cedidas por el Museo del Holocausto de la Ciudad de Buenos Aires.