Cuando el subte llegó a Flores le dimos la bienvenida a miles de vecinos y le otorgamos un espacio a las figuras ilustres del barrio. En ese sentido, vamos a colocar en el vestíbulo de la estación San Pedrito de la Línea A un busto de bronce del genial Hugo del Carril, quien vivía a pocos metros de la misma.
La escultura fue realizada por el talentoso Antonio Pujía, quien tiene su taller en el barrio de Flores y cuya labor fue recomendada por instituciones de bien público de la zona, vecinos y asociaciones de la Comuna 7. Su trabajo se suma al mural emplazado en el tímpano de la estación en el que Eugenio Cuttica pintó a Hugo del Carril y a otras celebridades del barrio como Alfonsina Storni, Baldomero Fernández Moreno y Florencio Escardo.
El busto mide aproximadamente 60 centímetros y es el resultado de un arduo trabajo que Pujía comenzó armando bocetos y que continuó con el pasaje a yeso de un modelo preliminar (realizado en plastilina) para que sea replicado en bronce en una fundición.
El maestro del cincel
En 1937, Antonio Pujía llegó al país con 8 años, proveniente de Italia, en un viaje que lo reencontraría con su padre, quien había emigrado buscando oportunidades laborales. Desde su infancia en la escuela primaria sorprendió a todos sus maestros por su talento natural para los trabajos artísticos y fueron ellos quienes le recomendaron perfeccionarse en Bellas Artes.
Su mayor inspiración la recibió en la década del ´50 cuando al ganar un concurso se convirtió en el jefe del taller de escultura escenográfica del Teatro Colón. Aquellos años marcaron el estilo de sus primeras exposiciones en galerías porteñas hasta sus trabajos más recientes como “Homenaje a la eterna mujer”.
En la actualidad posee un gran reconocimiento a nivel mundial y es considerado uno de los grandes maestros en la rica historia de escultores argentinos.
Mirá el video del artista trabajando en su taller: