Entre las miles de personas que a diario concurren a las audiencias generales en la plaza de San Pedro, aparecen historias que merecen ser contadas. Como por ejemplo la del "pequeño Francisco”, quien algún día, cuando sea más grande se va a enterar que recibió la bendición del "Papa Francisco".
Se trató de un chico vestido como Papa a quien sus padres llevaron a la plaza con el "objetivo soñado" de poder saludar a Francisco. Y tuvieron su premio, porque en medio de la caravana, el mítico Papamóvil hizo un freno brusco y, con una sonrisa de punta a punta, apareció Francisco para bendecir al pequeño. Aunque al Papa le hizo gracia la idea, el niño no dejó de llorar.
