Miércoles 09 de Septiembre de 2015

Un semillero de artistas notables nacido hace 26 años

En 1989 la primera edición de la Bienal convocó al Centro Cultural Recoleta a nombres como Andrés Calamaro, Gabriel Goity, Ana Frenkel y Martín Churba, en distintas disciplinas. Desde entonces, ha sido una importante plataforma de promoción del talento joven de la Ciudad.

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Buenos Aires era un hervidero.

1989 fue el año en que la Ciudad abrió las puertas del entonces Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires (ahora Centro Cultural Recoleta) a los artistas de distintas disciplinas con necesidad de mostrar y desarrollar su talento.

Mirando la lista de participantes 26 años después, la Bienal de Arte Joven de Buenos Aires era un verdadero semillero de artistas notables.


Había algunos conocidos entre los seleccionados. Como Andrés Calamaro, que participó con un seudónimo en la disciplina fotografía, con una serie de retratos en blanco y negro de la segunda mitad de los 80.

Pero también había otros personajes que comenzaban a destacarse en sus disciplinas y que con los años dejaron su huella en el arte de Buenos Aires. Allí estaban los bienalistas Gabriel "El Puma" Goity, Guillermo Angelelli, Gabriel Chame y Alejandro Viola, mostrando sus dotes actorales en el rubro Teatro.

En danza se destacaban Ana Frenkel y Carlos Casella, luego fundadores del grupo El Descueve, y más recientemente formadores y jurados de la Bienal.


Cuatro diseñadores de moda que luego dieron que hablar, dentro y fuera del país, mostraron sus irreverentes creaciones: Gabriela Bunader, Martín Churba, Gabriel Grippo y Andrés Baños.

En Humor gráfico sobresalía Cristian Dzwonik, más conocido hoy como Nik. En música, Carmen Baliero; en Literatura, Alejandro Caravario y Alina Gandini; en Ciencias de la Comunicación, Daniel Barone; y en Cine, Pablo Fischerman.

Mezclados entre el público los asistentes se cruzaban con Charly García. La Trova rosarina decía presente con la presencia de Juan Carlos Baglietto y Rubén Goldín. Batato Barea y Alejandro Urdampilleta hacían de las suyas. Lo mismo que el periodista Tom Lupo y el poeta y perfomer Fernando Noy. Y hasta un vecino ilustre de la Recoleta quedó retratado en la Bienal 1989, uno de los escritores más destacados de la Ciudad: Adolfo Bioy Casares.


En 1991 la Bienal de Arte Joven se mudó a un Puerto Madero muy diferente a lo que es actualmente. Lejos de su glamour de hoy, todavía lucía como un conjunto de depósitos portuarios abandonados. En uno de esos depósitos, un galpón de 10 mil metros cuadros, pasaron entre el 29 de noviembre y el 15 diciembre artistas como Brenda Angiel, Daniel Barone y Hernán Casciari, por nombrar sólo algunos.

El ojo del fotógrafo Marcos López supo volcar las imágenes de varios de los momentos cumbre de aquellos dos eventos en una muestra, en la edición 2013.

Para muchos artistas, la Bienal fue la plataforma desde donde pudieron lanzar proyectos que, sin ese apoyo, muy probablemente nunca se hubieran concretado.

Durante más dos décadas la Bienal estuvo discontinuada. En 2013 retornó con el empuje de los jóvenes. Septiembre de 2015 marca el regreso a un ciclo que se repetirá cada dos años. Para que la Bienal siga siendo el semillero de artistas de la Ciudad de Buenos Aires.