Jueves 26 de Febrero de 2015

Una obra de bien

El Papa autorizó que un anciano que solía mendigar en los alrededores de la Plaza de San Pedro recibiera sepultura en el cementerio teutónico, situado entre la basílica papal y el Aula Pablo VI, dentro de los límites del Estado del Vaticano.

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Video: Gentileza Romereports

Con el visto bueno de Francisco, un anciano que solía mendigar en los alrededores de la Plaza de San Pedro recibió sepultura en el cementerio teutónico, situado entre la basílica papal y el Aula Pablo VI, dentro de los límites del Estado del Vaticano.

El hombre sin techo, llamado Willy Herteleer, murió el 12 de diciembre de 2014 en un hospital cercano al Vaticano. Al enterarse de la noticia, el canónigo de la basílica de San Pedro, monseñor Amerigo Ciani, solicitó al Papa el sepelio de Herteleer en este camposanto donde también se alojan los restos de reconocidas personalidades alemanas, incluidos príncipes y caballeros.

El mendigo mantenía una buena relación con monseñor Ciani y con otros frecuentes visitantes del Vaticano. Flamenco y de unos 80 años, vivía gracias a las limosnas que le daban los turistas y los trabajadores de la Curia romana.

Según indicó Zenit, Herteleer era conocido, en particular en la iglesia de Sant'Anna, ubicada en uno de los ingresos de la ciudad del Vaticano, donde iba a misa todos los días. "Mi medicina es la comunión", era de sus frases preferidas. E invitaba a los jóvenes a ir a misa y a confesarse.

Según señalan las crónicas, la explanada en la que se encuentra el camposanto teutónico fue en la antigüedad el circo de Nerón, escenario del martirio de muchos cristianos.

El privilegio de ser enterrado en este lugar está reservado a miembros de la Archicofradía de Nuestra Señora del Camposanto Teutónico, a miembros de casas religiosas alemanas o a personas de esa nacionalidad que residen en Roma.

Fuente: Aica