La obra del Centro de Convenciones Buenos Aires se construyó bajo nivel para integrar en su superficie los parques Thays y de las Naciones junto con la Facultad de Derecho en un novedoso y gran espacio para la Ciudad.
Tiene 18 mil m2 cubiertos con una Sala Plenaria con capacidad para 4.500 personas, que le dará una jerarquía y funcionalidad que permitirán competir con otros centros de otras ciudades del mundo a la hora de postular a Buenos Aires como ciudad sede para Congresos Internacionales.
La obra incluye un parque lineal que consta de dos sectores fundamentales: uno sobre el nivel de la calle, lindante con la nueva Plaza República de Brasil que se ubica a una profundidad de 3.25 metros, y funciona como acceso al Centro; y otro que continúa visualmente con el Parque Thays, con lomas y senderos con áreas de descanso y miradores.
Este centro subterráneo estará destinado a la organización de convenciones, eventos y exposiciones, transformando a la Ciudad en una nueva sede para diferentes eventos y congresos internacionales.
El edificio, pensado para evitar la ruptura del cordón verde estructurado por las avenidas del Libertador y Figueroa Alcorta, está ubicado al lado de la Facultad de Derecho de la UBA. Junto con el Parque Thays y la Plaza de las Naciones Unidas, su cubierta conforma un gran parque público.
El nuevo Centro de Convenciones tiene capacidad para 4.500 asistentes, y está conformado por una sala plenaria y otras salas auxiliares divisibles.
También cuenta con oficinas, espacios para reuniones, un restaurant, un estacionamiento para 900 vehículos y un foyer de 1.600 m². A su vez, tiene acceso a la futura estación Facultad de Derecho de la línea H.
La nueva estructura es parte además de un conjunto mayor conformado por varios de los espacios abiertos y equipamientos culturales más significativos de la Ciudad: de elevada calidad, reconocimiento y prestigio internacional, como lo son el Museo Nacional de Bellas Artes, la Biblioteca Nacional, el Museo Nacional de Arte Decorativo, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires y el Palais de Glace.
Su diseño surgió de un concurso promovido entre la Sociedad Central de Arquitectos y el Ministerio de Desarrollo Urbano. A la hora de elegir el trabajo ganador se tomó en cuenta que el mismo no generara un impacto negativo en el paisaje debido a su volumen compacto de 100 metros de largo por 70 de ancho por 14 de alto -comparado al de una manzana típica porteña-.
Estructura
El diseño plantea resolver esta situación con un edificio que sea parte inseparable del paisaje y que a través de un volumen bajo permita que la plaza continúe por encima de la cubierta conectando el Parque Thays con la Plaza de las Naciones Unidas y creando un nuevo gran parque urbano para la Ciudad.
El edificio prácticamente “desaparecerá” en el horizonte y en su cubierta habrá un paseo peatonal y un sistema de senderos continuos y vinculantes para el ocio, el paseo y el disfrute.
El nuevo parque está integrado por fauna autóctona que ayudará a incrementar la biodiversidad de la zona.
El mismo se completa con un sistema de iluminación en el manto verde que contribuirá a dar luz de manera natural a los espacios interiores del Centro de Convenciones Buenos Aires.