Son mujeres reconocidas por los vecinos de sus barrios por sus acciones, pequeños granitos de arena que permiten mejorar la vida de los demás. Se destacan en sus comunas por su trabajo solidario a través de ONG, asociaciones vecinales o simplemente con sus tareas individuales.
Cristina, Mirta, Silvia y Evelina colaboran desde diferentes realidades y más allá de sus posibilidades. Tienen en común que sus acciones apuntan a las necesidades de los otros.
Sus trabajos cobran especial importancia en el Día Internacional de la Mujer.
Cristina Lescano, Comuna 14
Ella es la directora de una de las principales cooperativas de reciclado de residuos de la Ciudad de Buenos Aires, El Ceibo, con sede en el barrio de Palermo.
Con este emprendimiento, que funciona desde el año 1989, Cristina Lescano recuperó su dignidad y la de otras tantas personas que tenían que vivir en casas tomadas y salir a “cartonear” como único medio de subsistencia.
Los que comenzaron siendo seis empleados, y ahora suman 350, se dedican a recuperar alrededor de 15 mil kilos de residuos no orgánicos por semana y lograron regularizar su situación al salir a las calles con el programa socio-ambiental “El Ceibo recupera Palermo”.
Hoy reconocidos como recuperadores ambientales, fueron los primeros en recorrer el camino de la concientización de los vecinos sobre la importancia de la separación de los residuos en origen.
Desde hace unos años, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene un convenio firmado con la cooperativa para trabajar en conjunto y alcanzar el objetivo de “basura cero”.
Gracias a la dedicación y el esfuerzo en la recolección, acopio, separación y posterior venta de materiales recuperables, Cristina Lescano, junto a sus compañeros, propone “una lógica de trabajo basada en los principios de solidaridad y respeto”.
Porque, como bien expresa esta mujer que es ejemplo de vida , “todos tenemos derecho a un trabajo digno y nuestra experiencia ayuda a que otros vean que salir adelante siempre es posible”.
Mirta Anca, Comuna 8
Se reunieron hace 18 años con el objetivo de ayudar a los jóvenes del barrio a cambiar su realidad. Contaban con el empuje de una mujer que hoy es reconocida por sus acciones solidarias en la Comuna 8: Mirta Anca.
Formaron la Asociación Civil Cardenal Copello y empezaron a trabajar de cero poniendo el foco en las necesidades de la gente. Hoy Mirta y todos los voluntarios pueden mostrar con orgullo los logros que consiguieron.
La lista es larga: cooperativas de vivienda para 162 jóvenes de la comuna, microcréditos para emprendimientos, talleres de capacitación para padres desempleados, la edición de un diario barrial, talleres de separación de basura, cursos de formación administrativa con salida laboral para jóvenes de 18 a 25 años, comisión de cumpleaños, festejo navideño, salidas al teatro, talleres para la tercera edad y mucho más.
Y para lo que viene tienen objetivos claros, además de seguir con esas acciones, como la creación del primer Parque Biblioteca en el Parque Indoamericano, la creación del parque de deportes extremos más grande del país en ese pulmón verde de la Ciudad.
"Es un trabajo que sería imposible sin la colaboración de todos los voluntarios", dice Mirta con humilidad. En la asociación se plantearon mejorar la vida de los vecinos de la Comuna 8 hace 18 años. Y con sus acciones lo están logrando.
Silvia Carranza, Comuna 13
Vive en Ciudad de la Paz casi Juramento desde 1993 y se desplaza en silla de ruedas. Desde su ONG, CILSA, Silvia Carranza lucha por la eliminación de las barreras arquitectónicas y sociales que generan desigualdad.
Por su acción solidaria, esta mujer fue declarada “Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires en el ámbito de los Derechos Humanos”, en diciembre de 2014.
A los siete meses Silvia padeció poliomielitis a la que se sumó meningitis. Noventa días en un pulmotor le salvaron la vida. Pasó por varias operaciones y desde la adolescencia hace tareas solidarias y humanitarias en diversas organizaciones sin fines de lucro.
Silvia Carranza dedicó toda su vida a la solidaridad, la inclusión y la eliminación de las barreras arquitectónicas y sociales que generan desigualdad. Aquellas que tuvo que enfrentar cuando quiso cursar el secundario y por su condición no podía.
Es un orgullo de para los vecinos de la Comuna 12, un ejemplo de superación de las adversidades. Recibió todo tipo de reconocimientos a su labor y voluntad. La organización que preside lleva 48 años de compromiso con la inclusión plena de personas con discapacidades a través de diversos programas sociales.
“Todo lo que hago, no lo hago solo por aquello que no tuve, sino por aquello que tuve y quiero que los demás también tengan”. La elocuente afirmación es de Silvia Carranza, flamante presidente de CILSA y, sobre todo, un ejemplo de superación personal e inclusión social.
Evelina Rucci, Comuna 12
Fue por el año 1973 cuando Evelina Elsie Rucci se enamoró de un barrio de típico estilo Inglés que no la dejó ir nunca más.
Fundó allí lo que con los años se convertiría en un emblema, La Biblioteca de la Estación Coghlan.
Desde entonces es una mujer destacada en la Comuna 12 que todos los vecinos resaltan por su trabajo para la educación y la cultura.
Hoy a sus 77 años se despierta con el mismo objetivo, fortalecer el rincón cultural que embellece su querido barrio.
Aquella joven auditora contable durante la semana y aficionada a la lectura, colaboraba apasionada los fines de semana con esta querida biblioteca sin sospechar que con los años su unión a los libros en medio de ese pequeño paraíso de árboles habría de ser inseparable.
