Las aventuras del Barón Munchausen

Las aventuras del Barón Munchausen

Uno de los más grandes fracasos de Hollywood, pero aun así una de las mejores —¿la mejor?— películas de Gilliam y la mejor adaptación de las aventuras del mítico personaje del siglo XVIII. 

¿Cuándo?

Domingo 7 y sábado 27 de diciembre, 18 h.

¿Dónde?

Centro Cultural Recoleta | Junín 1930 | Recoleta

Gratis

Residentes en Argentina: sin cargo

Con estética retro y ritmos salidos del dibujo animado (lo mismo ocurre con el sonido), el farsante Barón narra sus hazañas y recorre mil mundos junto a una niña (la debutante de ocho años Sarah Polley) maravillada por todo lo que ve. Todo es elefantiásico (hay elefantes), desaforado y lleno de color. Todo parece un libro juvenil del siglo XIX animado, o como si Gustave Doré hubiera experimentado con ácido lisérgico. Y no sólo es aventura y humor: también hay ternura y un desarrollo de la idea “gilliamesca” de que el mundo de la imaginación forma parte de lo cotidiano.

El barroco festivo de Terry Gilliam

Al principio, Gilliam era quien hacía esos dibujos y cut-outs (animaciones con recortes de papel) para los Monty Python, grupo al que le otorgó gran parte de su sello visual. Sí, también actuaba, pero su rol era más callado que el de —digamos— John Cleese o Graham Chapman. Cuando se volvió director de cine, optó por llevar ese juego con el diseño antiguo y la tendencia al barroco visual, combinados con el humor, al diseño de sus imágenes. Es difícil tratarlo como un “maestro”; sin embargo, las cuatro películas que presentamos en este ciclo representan una unidad visual y temática notable. Gilliam es de esos directores que parecen no formar parte de una tradición cinematográfica, que ven el cine como una extensión libre de su imaginación, con sus altas y sus bajas. Y, con fallas y aciertos, resulta fascinante.

Junín 1930
Junín 1930