El 22 de marzo, en coincidencia con el Día Mundial del Agua, la Agencia de Protección Ambiental (APrA) que depende del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, habilitó, a través de la aplicación BA 147, el procedimiento para que los vecinos puedan reportar situaciones de uso indebido del agua.
Desde el inicio de este proyecto hasta hoy se recibieron 490 denuncias y se enviaron 412 intimaciones con el objetivo de advertir el incumplimiento de la Ley 3684 que determina que el lavado y barrido de veredas sólo podrá hacerse entre las 22 y 9 horas. A su vez, para el lavado con agua deberá utilizarse balde o manguera con dispositivo de corte automático a fin de evitar su derroche. Dichas tareas se efectuarán sin entorpecer ni molestar el tránsito de los peatones ni causar ruidos molestos; además, el producido del barrido deberá ser colocado en los recipientes destinados a los residuos domiciliarios y no ser arrojados en la calzada.
Luego de la primera intimación, APrA podrá volver a notificar al dos veces más. Si la conducta en infracción persistiera, el organismo enviará una inspección a efectos de labrar las actas correspondientes para la aplicación de una sanción.
Solo el uso de mangueras sin dispositivo de corte genera un flujo que genera constante, por minuto, de 19 litros de agua desperdiciados. Se estima que los consorcios destinan 24.581.250 de litros de agua por día sólo para limpiar veredas.
Este procedimiento apunta a generar un cambio cultural verdadero antes que aplicar sanciones y por eso se apela a la participación de todos los vecinos como agentes de cambio.
Por otro lado, cada vecino utiliza un promedio de 600 litros de agua por día, es decir, 12 veces más de lo recomendado por la ONU, que propone el uso de 50 litros por día por persona, lo que genera un exceso de su utilización.
Desde el sindicatos de encargados de edificios se han impulsado diferentes campañas relativas al cuidado del agua, en el año 2000 el gremio firmó un acuerdo con la empresa Aguas Argentinas, concesionaria del servicio por ese entonces, y fueron entregadas miles de pistolas de corte para que sean utilizadas por los trabajadores de edificios en su labor diaria, pero el uso de estos dispositivos sigue siendo muy dispar y no ha logrado imponerse.