Abril 2023

Columnas de opinión del Procurador General

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El espíritu de Mariñán

 

He tenido recientemente el gusto de ser invitado para participar y disertar en las XIV Jornadas Iberoamericanas de Derecho Administrativo que tuvieron lugar una vez más en el Pazo de Mariñán, en la localidad de Bergondo en La Coruña. En esta edición se efectúa una reseña sobre los conferencistas y los temas tratados en las mismas, incluyendo el contenido de la presentación a mi cargo.


La permanencia en el tiempo y continuidad de esta cita académica constituye, sin duda alguna, una novedad que merece ser destacada mas allá de la descripción de las temáticas que anualmente convocan a más de un centenar de participantes.

 

Desde sus mismos inicios el profesor español Jaime Rodríguez Arana Muñoz, catedrático en Derecho Administrativo por la Universidad de La Coruña, es el gran organizador y convocante de estos ricos encuentros. Su esmerada dedicación personal, tanto por sus méritos académicos como por sus virtudes humanas y profesionales, permiten explicar muy buena parte del suceso de esta feliz iniciativa. En verdad, Jaime ha sabido recoger y continuar una tradición gallega de grandes administrativistas, que incluye, por cierto, al profesor José Luis Meilán Gil, fallecido hace cinco años y a muchos otros. Entre ellos se cuenta también don Enrique Rivero Ysern, catedrático de la Universidad de Salamanca, quien fuera el padre de Ricardo Rivero Ortega, actual Rector de dicha prestigiosa y antigua universidad y también reconocido administrativista.


Pero hay también otras razones detrás del éxito de esta convocatoria. Debe decirse en primer lugar que no se trata de eventos aislados sino de reuniones organizadas con creciente esmero y rigor científico, y con temarios que se relacionan y profundizan en las sucesivas ediciones. El concepto de la Buena Administración, que reúne la triple condición de ser tanto principio como un derecho y un deber, conforma una suerte de columna vertebral que debería reflejarse y expresarse en los diversos ámbitos del obrar estatal. La dignidad de la persona humana, cuya defensa y promoción debe ser el norte de todas las políticas públicas, se encuentra en el centro de todas las consideraciones integrando la finalidad del Bien Común. Existe un propósito tan expreso como manifiesto en estas Jornadas, que es lograr que todas las Administraciones públicas, en congruencia con su carácter servicial, puedan llevar adelante políticas y procedimientos que procuren asegurar la vigencia de los derechos fundamentales de la persona humana.


Los participantes, tanto los habituales como quienes se suman cada año, provienen de todas las regiones españolas como así también de muy variados países de Latinoamérica. Esta diversidad de orígenes entre cultores de una misma disciplina aporta un valor cualitativo único a los intercambios, no exentos a veces de intensos debates siempre presididos por la camaradería, el respeto y el valor compartido acerca de la libre y plural expresión de las ideas y la  rgumentación fundamentada de las posiciones.


Los diálogos no se agotan en el auditorio, sino que se prolongan en los intervalos y en las comidas que se sirven en el mismo sitio. La nobleza y estirpe del antiguo Pazo, su construcción y emplazamiento brindan un marco y ambiente por demás propicio para la más amena y fructífera convivencia que reúne a distinguidos catedráticos de renombre con jóvenes que transitan sus primeros pasos en la especialidad. Las ponencias de los profesores disertantes se alternan con las clases magistrales de los más reconocidos catedráticos, las comunicaciones de los más nóveles doctorandos y las exposiciones también de quienes desde su actividad profesional procuran en su diaria tarea llevar a la realidad los sanos principios y postulados del derecho administrativo.


Quien llegue a Mariñán por primera vez no conocerá seguramente a la mayoría de los participantes, pero bastarán tan solo unas horas de estadía para que pueda percibir un cierto clima de familia, que logra conciliar con armoniosa mixtura la seriedad académica con el trato humano cálido y afable. La tradicional foto de la última jornada en las escalinatas frente a los jardines son fiel testimonio de este legado.


Se trata del espíritu de Mariñan, que bien vale la pena respirar para procurar cada día ejercer de modo más eficiente nuestras labores y, en definitiva, aspirar también a ser mejores personas.