Macri formuló estas declaraciones tras visitar el lunes 1 de febrero las instalaciones de Casa Puerto, un establecimiento del barrio de Flores dependiente de la Ciudad, donde la cantidad de niños y adolescentes que se atienden por problemas de adicciones aumentó en los últimos años.

“La prioridad uno en la Ciudad de Buenos Aires son los niños y los jóvenes, lamentablemente muchos de ellos son atrapados por las drogas y cada vez más llegan familias pidiendo ayuda para recuperar a sus hijos”, dijo el jefe de Gobierno, quien concurrió acompañado por la Ministra de Desarrollo Social porteña, María Eugenia Vidal y la Subsecretaria de Promoción Social, Soledad Acuña.

Añadió que “lamentablemente la droga sigue aumentando cada vez más, por eso hay que trabajar mucho arriba” para evitar que aquellos adolescentes que son víctimas del paco “se transformen en enemigos de su propia familia”.

Vidal confirmó que el paco (el residuo de la elaboración de la cocaína que posee un enorme poder adictivo) es la principal causa de adicción entre los menores que asisten a Casa Puerto.

Hasta diciembre de 2007, la Ciudad de Buenos Aires contaba con sólo dos efectores de la comuna para abordar la problemática (Casa Puerto y Casa Flores). Durante 2008 fue sumado al sistema un Centro de Admisión, se creó el efector Casa Faro y se congeniaron 15 ONGs especializadas en el tratamiento de adicciones.

El año pasado, el Gobierno porteño creó los Centros Integrales de Acción Comunitaria (CIAC) en cinco villas de la Ciudad y puso en funcionamiento la línea de atención telefónica 147.

Casa Puerto

Ubicado en Curapaligüe 571, Casa Puerto es un efector que brinda tratamiento a niños, niñas y adolescentes de ambos sexos de hasta 21 años de edad. Generalmente toma personas que no son recibidas en otros centros de tratamiento debido a la severidad y complejidad de la problemática.

La modalidad de tratamiento es de tipo residencial o internación con un modelo de Comunidad Terapéutica, que incluye la atención especializada en la rehabilitación (atención individual, grupal y familiar), como también la inclusión de niños/as y adolescentes en programas de estudio y de estimulación de intereses culturales.

Desde 2008 funciona dentro de este efector la escuela de educación formal Nº 45, que brinda acceso a la escolaridad formal a todos los niños y niñas en tratamiento.

La capacidad de internación actual es de 20 camas y la modalidad e ingreso es siempre a través del “Centro de admisión y derivación”, excepto fuera de los horarios de atención del Centro de Admisión.