El 10 de noviembre de 2008 en la sede central del CePA se realizó un encuentro con Francisco Cabrera. La actividad formó parte de los espacios que desde el equipo de capacitadores de directivos de Primaria propiciamos para pensar y reflexionar sobre nuestras prácticas.

Francisco Cabrera es un docente excepcional por su amplia trayectoria, pero sobre todo por la calidad de la misma. Fue director y supervisor de las escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires y hoy constituye una de las figuras más relevantes del ámbito educativo porteño. Su trabajo aporta a la construcción de una autoridad pedagógica siempre atenta a fortalecer la enseñanza, haciendo foco en los aprendizajes significativos de los chicos.

Durante más de veinte años, Cabrera se desempeñó como maestro en varias escuelas porteñas, fue supervisor y formador de docentes. Junto a Berta Brasvlasky, fue uno de los primeros que aplicaron novedosas técnicas de lectoescritura a mediados del siglo pasado. Paco, sigue aprendiendo y enseñando. Estudia italiano y gallego, y participa del grupo vocal "Cantares del Alma". Con sus palabras y sus actos, Paco sigue mostrando que la educación es algo que se construye entre varios y que está condenada al malestar y al fracaso cuando se encara como acción individual.

Con su casi siglo de vida, "Don Paco" Cabrera, nos convidó algo de su alma joven. Asistió acompañado por su esposa Susana, supervisora de Educación Plástica y fiel apuntadora durante el encuentro. Algunos ejes de la charla se centraron en lo que tiene que saber un directivo para conducir una escuela en lo pedagógico-curricular, los modos de favorecer desde la capacitación la tarea del directivo y los puntos críticos sobre los cuales habría que detenerse.

La conversación giró en torno a la complejidad que suponen estos tiempos del siglo XXI, a partir de las transformaciones vividas, y cómo seguir pensando el trabajo "con" y "de" los maestros; pero en especial, se habló de la tarea de dirigir. En un momento del encuentro, Paco señaló con una singular elocuencia, con un hablar tan pausado como convincente, que ser director supone asumir riesgos, y que ese riesgo significa una apuesta tanto hacia la enseñanza como hacia la formación de las nuevas generaciones. "Si no podemos asumir riesgo por ellos -afirmó- es muy difícil apropiarse de la tarea de dirigir".

Desde hace seis años, el equipo de capacitadores de directivos de nivel primario trabaja de modo interdisciplinario en la capacitación estatutaria de directivos y el asesoramiento en gestión a establecimientos como las escuelas intensificadas. Está constituido por licenciados en educación, comunicación, psicólogos y filósofos, entre otros perfiles. Sus miembros comparten en forma permanente la lectura y análisis de producciones bibliográficas relevantes y pertinentes a las temáticas de capacitación y realiza encuentros con referentes de diversos ámbitos educativos para intercambiar, aprender y poner en diálogo propuestas de capacitación.