Los científicos explican los fenómenos que estudian mediante
representaciones o modelos. Estos modelos científicos pueden recorrer
varios caminos cuando salen del ámbito en el que se desarrollan para
formar parte de artículos científicos, de materiales de divulgación
(notas periodísticas; exposiciones de museo; documentales), de materiales
para la enseñanza (libros universitarios, libros escolares, diseños
curriculares, programas de estudio, secuencias didácticas, etc.). En
este camino opera una transformación de los conocimientos científicos,
es decir, se produce una transposición didáctica desde el saber
erudito, que se define como el conocimiento que es reconocido por una comunidad
científica, hasta el saber a difundir y a enseñar.
En la vertiginosa tarea que nos ocupa encontramos pocos espacios para detenernos
a reconsiderar nuestra visión acerca de los procesos de producción
del conocimiento científico y redimensionar la distancia que hay entre
este conocimiento y los contenidos que enseñamos. Conocer mecanismos
de transformación tales como la elaboración de artículos
científicos, de textos escolares, de notas de divulgación, y
la concepción de distintos ámbitos de cultura científica
como los museos, planetarios, zoológicos, etc. puede contribuir a revisar
nuestras propias visiones acerca de cómo se inserta la ciencia en la
cultura, y el lugar que le cabe a la escuela. En este análisis, la
historia de las ciencias juega un papel fundamental ya que es un campo que
permite comprender el origen de ciertos modelos científicos.