Conversamos sobre la importancia que puede tener el títere en los seres humanos. Experimentamos con materiales más y menos estructurados. Jugando con ganas, aparecieron sentimientos y movimientos que generaron cambios en los participantes: sonrisas, aislamientos, acercamientos, distancias. Diferentes calidades de juego y personas con mayor o menor entrega.
Justamente son estas transformaciones las que pueden aparecer cuando las docentes realizan una propuesta de juego a los niños. Del juego libre con títeres nace la lectura de situaciones.
Experimentamos con voces, inventamos maravillosas historias incomprensibles desde cualquier lugar que no sea la imaginación. Prestamos nuestro cuerpo, nos pusimos al servicio de seres desconocidos que animamos con inquietud, vergüenza y ganas. Jugamos a mirar, a respirar, a ser otros; a relacionarnos con desconocidos. Nos animamos a animar. A dotar de vida. Y llegamos a la conclusión que no era tan complicado esto de jugar con títeres.
Hacia el final del encuentro, se presentó el espectáculo Valija mágica orientado a los más pequeños pero gozado por las docentes con corazón de niñas y niños.
Nos despedimos con el deseo que este encuentro sea el disparador de un camino
a transitar para que el juego con títeres se instale en los jardines.