La ambigüedad del film
Asesinos por naturaleza plantea dos ejes temáticos centrales:
uno es el de la violencia, encarnada en una joven pareja de asesinos seriales.
El otro, el de la manipulación que los medios de comunicación
hacen de esa violencia. En un tercer plano, están los cuestionamientos
al Estado y su violencia institucionalizada (a través de las figuras
del policía investigador y del director de la penitenciaría) y
el retrato de una sociedad que, incomprensiblemente, adhiere a la carrera criminal
de los protagonistas como si se tratara de dos inofensivas estrellas rebeldes
de rock.
Ahora, si bien el film se propone como disparador para reflexionar y eventualmente condenar la violencia (al menos así lo expresó Stone en varias de las entrevistas que le hicieron) es indudable que narrativamente el seguimiento delictivo de la pareja está concebido bajo un guiño de complicidad. Hay una suerte de justificación en asesinatos como el de los padres abusadores de Mallory o el del vaquero libidinoso. Y hay, también, una pretendida explicación psicologista que de algún modo "justifica" la violencia de Mickey en los flashbacks que se hacen de su infancia (maltratado y golpeado por el padre). En este sentido, Asesinos por Naturaleza resulta un buen ejercicio para estudiar las variantes, alcances e implicancias del punto de vista y de cómo opera el proceso de identificación espectador-personaje en casos extremos como éste en el que el personaje es un asesino.
Desde otra perspectiva, se debe considerar que es justamente la ambigüedad de la propuesta (a mitad de camino entre la denuncia y la simpatía con los personajes) lo que da riqueza a este film que, por cierto, fue y sigue siendo polémico.
La arremetida contra las instituciones de control y en especial contra los medios
de comunicación es, en cambio, contundente. Tanto el director de la prisión
como el investigador del caso son caricaturizados (a través del maquillaje,
el vestuario, la gestualidad que utilizan y los encuadres de la cámara)
en clave expresionista. Aún con fuertes variantes, ambos tienen un perfil
lúgubre, morboso, sádico. Son personajes que no evolucionan a
lo largo del relato, no tienen un desarrollo psicológico. Son personajes
planos. A diferencia de ellos, el conductor del reality show televisivo recorre
a pura adrenalina el trayecto que va desde la avidez por rating a la avidez
por sangre. Él mismo se transforma en asesino a imagen y semejanza de
Mickey y Mallory Pero, sin la justificación psicológica de aquellos,
cabe preguntarnos ¿cómo se explica su súbita conversión
a la violencia? Según Stone, la clave está en la televisión:
"Muchas de las cosas que antes pertenecían al ámbito privado ahora
se exponen públicamente (...) Todo vale siempre que sea en función
de la audiencia. El personaje que interpreta Robert Downey Jr. es un hipócrita.
Cuando él afirma que es inocente, la realidad no es tan simple; él
tiene una visión muy superficial de las cosas." (1)
Paradojas
Premios obtenidos por el film
Premio Especial del Jurado del Festival Internacional de Venecia, 1994
Premio a la Mejor Actriz (Juliette Lewis), Festival Internacional de Venecia 1994
Nominación para el Premio Globo de oro, Festival Internacional de Karlovy Vary, 1995