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Libreros por un día III
¿Por qué seguimos reeditando esta actividad?
Durante cada una de las semanas de libreros, Mataderos, Liniers y Lugano se llenaron de libros, de maestros recorriendo sus páginas, conversando en torno a alguno de ellos. Unos cuantos mates hacían sus rondas desparejas al compás de la música que sonaba y hacía bailar las páginas de los libros.
Cada día, en cada sede se renovaba la invitación a zambullirse en las páginas de los libros. Cuentos, novelas, poesías. Y la verdad que esa invitación es una invitación al picoteo. Como dice Daniel Pennac "Es la autorización que nos concedemos para tomar cualquier volumen de nuestra biblioteca, abrirlo en cualquier parte y meternos en él por un momento. Porque solo disponemos de ese momento. [...] Se puede abrir a Proust, a Shakespeare o la correspondencia de Raymond Chandler por cualquier parte y picotear aquí y allá, sin correr el menor riesgo de resultar decepcionados.
Cuando no se tiene el tiempo ni los medios para tomarse una semana en Venecia, ¿por qué rehusarse el derecho de pasar allí cinco minutos?"
Libreros es una puerta abierta al picoteo de acá y de allá, una invitación a elegir y tal vez a llevarse encima uno o varios títulos pendientes para leer en los ratos de colectivo o en las noches antes de dormir...
Libreros es una invitación a pasar cinco minutos en Venecia o en una antigua casona de Buenos Aires. Simplemente por eso seguimos reeditando libreros en las sedes de la zona Sur.
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