El
8 de julio de 1974 la presidente constitucional María Estela Martínez de Perón
firma el decreto que crea la Escuela Nacional de Música “Juan Pedro Esnaola”
junto con otras veinticuatro escuelas y centros polivalentes en todo el país.
En los considerandos se puntualiza que se facilita así “....el acceso a las fuentes del
conocimiento a través de los centros de enseñanza estatales ” ...” con
el objetivo de poner la educación artística al alcance de todos aquellos
jóvenes con vocación”.
En efecto, es en nuestra historia el
primer y único esfuerzo nacional, tendiente al desarrollo a la educación
artística. El proyecto ideado por la profesora Orfilia Pérez Román tuvo un
contenido pedagógico y social muy relevante, pues los alumnos, pueden en estos
recién creados centros polivalentes, cursar distintas disciplinas artísticas
(cerámica, dibujo, pintura, grabado, música, danza, etc.) compartiendo, a su
vez, todos, el bachillerato en contra turno. Las escuelas y centros se ubican
en barrios periféricos de la ciudad de Buenos Aires y en las segundas ciudades
de las provincias (por ejemplo en la provincia de Mendoza se instala un centro
polivalente en San Rafael, en la de La Pampa en General Pico, en la de
Misiones, en Oberá). Las disciplinas se eligen teniendo en cuenta la tradición
del lugar (como en el caso de Chilecito con relación a la cerámica).
La escuela Esnaola, recién creada,
se instala en primer término en un edificio sito en la avenida Nazca, en el
barrio de Villa del Parque, mudándose al poco tiempo a la calle Miller en el
barrio de Villa Urquiza, para ubicarse finalmente en el emplazamiento actual, a
comienzos del año 1978. Si bien en el decreto 35/74 se la menciona como
“Bachillerato en Música” al poco tiempo se le impone el nombre actual. Resulta
muy acertada la elección del personaje epónimo, pues Juan Pedro Esnaola fue
fundador junto con su tío Antonio Picassarri, en 1821 del primer
establecimiento de formación musical en la Argentina: la Escuela de Música y
Canto, que revestía un carácter semi-oficial puesto que funcionaba en un
edificio público (en los altos del Consulado) y recibía subvención de la
Provincia de Buenos Aires para becar a alumnos de bajos recursos. En tales
beneficios no habrá sido ajeno el ministro de Gobierno de esa provincia, Bernardino
Rivadavia, quien comprobaba personalmente los adelantos del alumnado,
asistiendo a los conciertos que en ella se efectuaban.
Su primer director fue el profesor
Alfredo Andrés y en 1977 el supervisor a cargo de la escuela, el licenciado
Waldemar Axel Roldán es nombrado director. Realiza entonces una reorganización
académica, ya que reemplaza el curso de iniciación artística común (en vigencia
en los Centros Polivalentes) por uno de iniciación musical, recuperando además
matrícula, en gran parte perdida. En ese sentido nombra también al cuerpo de
profesores que resultó la base del actual claustro docente de la escuela. En 1982 egresa la primera promoción de
Maestros Nacionales de Música. En 1984 al obtener el uso exclusivo del edificio
(hasta este momento se compartía con una escuela primaria) se completa el plan
original, al ponerse en marcha el bachillerato, habilitándose también el turno
noche.
Desde ese momento los egresados se
han destacado en la docencia, en la actividad artística y cultural, desarrollando
su actuación no sólo en el país sino también en el extranjero. Su ámbito de ejercicio profesional fue desde el
principio, las escuelas primarias de la Ciudad de Buenos Aires, profundizándose
esa tendencia luego de ser transferida a esta jurisdicción.