Balvanera, barrio de la ciudad
de Buenos Aires
Multiétnico y multifacético.
Por
Héctor M. Portela
El barrio de Balvanera es uno de los más populosos de la ciudad. En él conviven
armónicamente distintas nacionalidades y religiones. Su límite Este lo conforman
las avenidas Callao y Entre Ríos que lo separan de los céntricos barrios de San
Nicolás y Monserrat. La Av. Rivadavia, divisoria de estas dos calles, es la
puerta virtual de entrada al barrio. Dos edificios emblemáticos la enmarcan: el
Congreso Nacional y la Confitería El Molino.
El Congreso
Nacional construido a principios del S XX por el arquitecto
italiano Víctor Meano de estilo greco-romano con visos renacentistas se impone
por su majestuosidad. Amplia escalinata y rampa vehicular; columnas corintias,
tímpano liso; cuadriga sobre pedestal; cúpula de gajos con aguja sobre tambor
con ventanas; vasos coronando paredes; cornisas y frisos decorados; cariátides
en puertas y otros muchos detalles. La suntuosidad del interior está plenamente
en contexto con la totalidad de la obra.
La confitería
El Molino, con el estilo ecléctico de la belle epoque, se enfrenta con el
clasicismo del Congreso. Gran cúpula, linternón, cupulita y aguja; techos
pizarra con bordes dorados; de vidrios cuadriculados y las astas quietas del
molino de donde se eleva la cúpula, hacen del conjunto una pieza donde la belle
epoque recurrió al art nouveau para su concreción. El estado de abandono
deprimente y devaluado que presenta hacen dudar de su futuro.
Fue en los albores del siglo XIX que los misioneros franciscanos, bajo la
advocación de la Virgen de Valvanera, llegan a la zona y se instalan en
terrenos donados fundando una capilla, hospital y huerta donde hoy se erige la
iglesia Parroquial Católica Nuestra Señora de Balvanera (con la modificación
ortográfica).
El templo se construyó en el año 1833 y concluyó en 1865. De estilo barroco
acotado posee dos torres, campanario y reloj, frontispicio de 3 arcos de
columnas corintias y atrio. El interior de tres naves, con iluminación natural
por óculos, en las laterales; techo de cañón corrido con pinturas al fresco e
importante bóveda de la cúpula con ventanales con vitraux. Las estaciones de la
Vía Crucis es una muestra de pequeños óleos sobre madera dignas de observarse.
Gran cúpula central y dos cupulitas laterales revestidas de pequeñas cerámicas
en escamas albergan la planta circular de la Basílica Santa
Rosa de Lima, construida en 1934. El frente de esta obra ecléctica de
ladrillos a la vista posee gran tímpano trunco con hornacina y la Virgen;
rosetón; escalera de acceso con tres puertas de hierro; faroles góticos; arcos
de medio punto traversos; decoración en mosaico sobre dinteles y muchos otros
detalles. Impacta el interior por su columnata de mármol verde veteado y
capiteles orientales; bóveda de cúpula con linterna; ventanas con vitraux;
púlpito de mármol con cariátides y ábside de techo convexo decorado con
tabernáculo de columnas de mármol y la Virgen.
Sobre la Av. Callao se encuentra la Iglesia Jesús Cristo Salvador. De
estilo clásico con hermosa cúpula, tambor, ventanas y linternón con balaustrada,
el frente consta de dos torres, reloj y campanario; columnas corintias; frontón
de fondo azul y estrellas color oro; columnas adosadas y tres panes de mosaicos
con Jesús y Santos. El interior no se pudo visitar por estar en restauración
pero puedo señalar que existe una pieza artística de gran importancia en
malaquita.
Otras iglesias de Balvanera son: Parroquia Tránsito de la Virgen en la
calle Presidente Perón al 3300 de arquitectura interesante en estilo románico
alta torre campanario; ventanas gemelas; puertas de hierro; arquitos ciegos y
paredes desprovistas. El interior es austero; también debemos mencionar la
Iglesia Santa Teresa de la calle Tucumán al 3000 y María Madre del
Redentor de la calle México y Jujuy sin estilos definidos. Por último
mencionaremos la Iglesia Regina Martyrum de la calle Hipólito Irigoyen de
fachada románica e interior barroco.
La
comunidad judía
posee varios
templos en estilos oriental y moderno. Se destacan el de la calle Lavalle al
2400 con tres cúpulas de tambor con ventanas; edificio de tres cuerpos; arcos de
medio punto y ventanas con cornisa. En la que se encuentra en
la calle Paso al 400 los dos minaretes y el rosetón con la estrella de David,
son importantes la escalinata y el atrio, las ventanitas ciegas y las ventanas
gemelas y triples con columnitas arábigas. La sinagoga ubicada en la calle Paso
y San Luis es de líneas más modestas dentro del estilo oriental donde se
destacan los arcos sobrepuestos de los marcos de las ventanas.
El barrio de Balvanera se compone de varios sectores con características e
idiosincrasias propias. Citaremos como independientes entre sí a las zonas de
Congreso; Facultades; Abasto y Once.
Aunque de distinto transitar a Congreso y Facultades podríamos
imaginarlos al unísono. Cierta similitud en su arquitectura y movimiento
peatonal-vehicular se confunden. En lo arquitectónico lo clásico y moderno
juegan armónicamente, no se percibe la agresividad de los edificios altos en las
avenidas Entre Ríos y Callao permitiendo observar la variedad de cúpulas de la
belle epoque que exhiben.
En el enjambre
edilicio, lo clásico es la nota informal. Se destacan el ya comentado Congreso
Nacional: de estilo greco-romano; la Escuela Normal Nº 9 Domingo F.
Sarmiento: neoclásico; la Iglesia El Salvador:
renacimiento-barroco; el Palacio de Obras Sanitarias: renacimiento
francés; el Colegio Lasalle:
renacimiento; el edificio de la Facultad de Economía: neoclásico y me permito
incluir en este párrafo un pequeño y hermoso edificio art decó que se halla en
la calle Ayacucho al 500.
Once y Abasto parecen dos barrios definidos pero pertenecen a Balvanera. Los
sonidos se mezclan e invaden el ambiente. El trajinar constante de los peatones
llegados de los extremos y aledaños de la ciudad buscan en sus comercios las
mercancías que necesitan. La diversidad y el pintoresquismo predominan en sus
calles.
A fines del siglo XIX se instala sobre la Av. Corrientes, en el límite Oeste de
Balvanera, el Mercado de Abastecimiento (Abasto) con el objeto de
concentrar la distribución de frutas, verduras y, posteriormente, carnes de la
ciudad. Suburbio de pastizales con el correr de los años se fue transformando
por la radiación de boliches y conventillos. En la década del 30 con la
dirección del Ingeniero Luis Delpini se construye el actual Mercado de Abasto.
De líneas monumentales en estilo Art Decó, predominan el hierro, vidrio y
paredes con revoque piedra símil Paris.
En la pasada década del ´90 al
cierre del mercado le sucedió su total remodelación y habilitación como moderno
centro comercial y de entretenimiento. Con algunos cambios estructurales el
edificio mantiene la
majestuosidad original. Las principales críticas se refieren a la eliminación de
la piedra París que lo recubría.
En el entorno se está produciendo una lenta transformación. Algunos nuevos
edificios, la inauguración del pasaje Carlos Gardel con su monumento y la
reapertura de cantinas tradicionales van mutando el clásico deterioro de la
zona.
El Once es la culminación de Balvanera; es el cenit de los ruidos, el chocar las
personas ansiosas buscando objetos, el infierno vehicular. Es la heterogeneidad
de lo humano.
Como lugar de encuentros elegimos la Estación Once de Septiembre del
Ferrocarril Sarmiento para iniciar el paseo arquitectónico por el barrio. De
estilo renacentista el edificio de la Estación Once se halla en lento proceso de
reconstrucción para superar su estado de abandono.
A poca distancia el mítico edificio de la esquina de Av. Pueyrredón y Av.
Corrientes, al que el poeta de Buenos Aires Baldomero Fernández Moreno bautizó
como el de los "Setenta balcones y ninguna flor" persiste en su tradición. Esta
hermosa obra de la belle epoque en la merece detenerse un instante para
contemplar sus artísticos hierros forjados; arcos bicolores, bronces e
importante escultura coronando su frente. En la misma manzana y por la calle
Lavalle hay otro ejemplo de belle epoque los que se repiten por distintas calles
y avenidas.
El anti academicismo es un estilo excesivamente ecléctico que tuvo su auge en
las primeras décadas del siglo XX.
En el sector de Once hay
varios ejemplos como el de la Av. Corrientes al 2500, Av Rivadavia 3200 e
Hipólito Irigoyen 2500 que son los más notorios y donde todo es válido: los
arcos góticos; las columnas salomónicas; las ventanitas ciegas; las ventanas
gemelas con balcón; el uso de la mayólica y esculturas varias, un verdadero
pastiche. Seguramente hay muchos más que resultaría interesante ir descubriendo.
Al neoclasicismo-renacentista de la Estación Once del ferrocarril agregaremos el
edificio de la Escuela Mitre de a Av. Pueyrredón y Sarmiento de grandes
ventanales y columnas compuestas adosadas. Esta construcción fue absurdamente
degradada en tiempos de la Intendencia Grosso al concederse y destruirse la
planta baja para la instalación de negocios comerciales. Otro edificio
interesante del año 1895 es el del ex Museo del Cine de la calle
Sarmiento al 2500 cuya fachada se halla muy deteriorada con urgente necesidad de
restauración. Como último ejemplo, entre tantos, mencionaremos al ex Mercado
Spinetto de la calle Moreno y Pichincha de los años 20 donde funcionó el
primer supermercado de la ciudad de Buenos Aires hoy devenido en centro
Comercial.
El siglo XX fue una diversificación de estilos artísticos.
La pintura, la escultura y la
arquitectura se introdujeron por espacios que les eran desconocidos. El
modernismo, la abstracción y el surrealismo influyeron en la obra creativa del
artista. Es como si el arte se fuera anticipando a los sucesos imponiendo su
contribución esencial a los acontecimientos.
En los distintos sectores de Balvanera podremos encontrar arquitectura Art
Nouveau y Art Decó que influyeron a lo largo del siglo. En Av. Rivadavia al 2000
hay un claro ejemplo de Art Nouveau de principios del S XX. De fachada de cuatro
plantas coronadas con balaustrada entretejida y máscara central. Una hilera de
pequeñas hornacinas con flores de lis le sirven de base. El frente es un
enjambre de troncos, ramas y flores en relieve. Los balcones ondulantes de
hierro forjado y la importante puerta de ingreso conforman una pieza
arquitectónica de alto valor testimonial. Las reformas efectuadas en los locales
comerciales de la planta baja están disociadas con el resto de la fachada. De la
misma época y en estilo menos exuberante se halla un edificio en la esquina de
Viamonte y Paso con paneles de paisajes en mayólica en la parte superior y
ventanas vitraux en su interior.
Balvanera
nos sorprende con varias obras Art Decó.
Al mencionado edificio de la
calle Ayacucho agregaremos otros como el existente en la calle Presidente Perón
al 2500 que fue la primera casa de departamentos familiares en estilo Art Decó
que se construyó en la ciudad de Buenos Aires. De dos torres rematadas en
cúpulas tipo pirámides truncas y zigurat tres altas columnas corintias en el
frente; pilares con cuadrados decorados al estilo; balcones con balaustrada y
ornamentación elíptica; dos ventanas simétricas de arco de medio punto y puerta
de acceso de vidrio y hierros artísticos en forma de rayos de sol. También
debemos señalar la existente en la Av. Pueyrredón al 700 que fue devaluada al no
pintarse con los colores originales.
En lento deambular vamos concluyendo el paseo por el barrio de Balvanera y al
pasar por Av. Rivadavia y Rincón contemplamos el espacio vacío que dejó el
legendario "Café de los Angelitos" donde se reunían poetas, cantores y malandras,
o nos detenemos para reposar en alguno de sus escasos espacios verdes. Tal vez
finalicemos el recorrido en la Confitería la Perla de Once donde concurría
Tanguito, pionero del rock nacional.