Federico García Lorca
(España, 1898-1936)
Poeta y dramaturgo español; es el escritor de esta nacionalidad más famoso del siglo XX y uno de sus artistas supremos. Su asesinato durante los primeros días de la Guerra Civil española hizo de él una víctima especialmente notable del franquismo, lo que contribuyó a que se conociera su obra. Sin embargo, sesenta años después del crimen, su valoración y su prestigio universal permanenecen inalterados. Nació en Fuente Vaqueros (Granada), en el seno de una familia de posición económica desahogada. Estudió bachillerato y música en su ciudad natal y, entre 1919 y 1928, vivió en la Residencia de Estudiantes, de Madrid, un centro importante de intercambios culturales donde se hizo amigo del pintor Salvador Dalí, el cineasta Luis Buñuel y el también poeta Rafael Alberti, entre otros, a quienes cautivó con sus múltiples talentos. Viajó a Nueva York y Cuba en 1929-30. Volvió a España y escribió obras teatrales que le hicieron muy famoso. Fue director del teatro universitario La Barraca, conferenciante, compositor de canciones y tuvo mucho éxito en Argentina y Uruguay, países a los que viajó en 1933-34.
Sus primeros poemas quedaron recogidos en
Libro de poemas, de 1921, una antología que tiene grandes logros. En 1922
organizó con el compositor Manuel de Falla, el primer festival de cante jondo, y
ese mismo año escribió precisamente el Poema del cante jondo, aunque no lo
publicaría hasta 1931. El Primer romancero gitano, de 1928, es un ejemplo genial
de poesía compuesta a partir de materiales populares, y ofrece una Andalucía de
carácter mítico por medio de unas metáforas deslumbrantes y unos símbolos como
la luna, los colores, los caballos, el agua, o los peces, destinados a
transmitir sensaciones donde el amor y la muerte destacan con fuerza. Tras los
Poemas en prosa, escribió en Nueva York un gran ciclo profético y metafísico en
el que el autor apuesta por los oprimidos, sin dejar de sacar a relucir sus
obsesiones íntimas. El ciclo iba a constar de dos libros, Poeta en Nueva York,
escrito entre 1929 y 1930, pero que no se publicó hasta 1940, y Tierra y Luna,
del que algunos poemas fueron incluidos en Diván del Tamarit, concluido en 1934,
aunque también se publicó póstumamente. Calificados muchas veces de
surrealistas, los poemas de esa obra clave de García Lorca que es Poeta en Nueva
York, expresan el horror ante la falta de raíces naturales, la ausencia de una
mitología unificadora o de un sueño colectivo que den sentido a una sociedad
impersonal, violenta y desgarrada. Por su parte, los incompletos Sonetos del
amor oscuro, escritos durante una temporada en Nueva Inglaterra (Estados
Unidos), expresan una desesperación más personal y constituyen unas muestras
admirables de erotismo, que sólo recientemente han sido dadas a conocer. Otro
importante poema de Lorca, dentro de la línea del neopopulismo, es el Llanto por
Ignacio Sánchez Mejías, de 1935, una elegía compuesta al morir ese torero
intelectual, amigo de muchos de los poetas de la generación de Lorca. Mientras
que los Seis poemas galegos, del mismo año, consiguen trascender las referencias
populares evidentes.
El teatro de Lorca es, junto al de Valle-Inclán, el más importante escrito en
castellano durante el siglo XX. Se trata de un teatro de una gama muy variada
con símbolos o personajes fantásticos como la muerte y la Luna, lírico, en
ocasiones, con un sentido profundo de las fuerzas de la naturaleza y de la vida.
Entre sus farsas, escritas de 1921 a 1928, destacan Tragicomedia de don
Cristóbal y Retablillo de don Cristóbal, piezas de guiñol, y sobre todo La
zapatera prodigiosa, una obra de ambiente andaluz que enfrenta realidad e
imaginación. También pertenece a la categoría de farsa Amor de don Perlimplín
con Belisa en su jardín. De 1930 y 1931 son los dramas calificados como
-irrepresentables-, El público y Así que pasen cinco años, obras complejas con
influencia del psicoanálisis, que ponen en escena el mismo hecho teatral, la
revolución y la homosexualidad, a partir de un complejo sistema de
correspondencias. Dos tragedias rurales son Bodas de sangre, de 1933, y Yerma,
de 1934, donde se aúnan mitología, mundos poéticos y realidad. En Doña Rosita la
soltera, de 1935, aborda el problema de la solterona española, algo que también
aparece en La casa de Bernarda Alba, concluida en junio de 1936, y que la
crítica suele considerar la obra fundamental de Lorca. Al comienzo de su carrera
también había escrito dos dramas modernistas, El maleficio de la mariposa (1920)
y Mariana Pineda (1927). El mundo de García Lorca supone una capacidad creativa,
poder de síntesis y facultad natural para captar, expresar y combinar la mayor
suma de resonancias poéticas, sin esfuerzo aparente, y llegar a la perfección,
no como resultado de una técnica conseguida con esfuerzo, sino casi de golpe. La
variedad de formas y tonalidad resulta deslumbrante, con el amor, presentado en
un sentido cósmico y pansexualista, la esterilidad, la infancia y la muerte como
motivos fundamentales. Sus posiciones antifascistas y su fama le convirtieron en
una víctima fatal de la Guerra Civil, en Granada, donde lo fusilaron.
Haciendo
historia...
A comienzos de los 90 diecinueve escuelas fueron creadas en la ciudad de Buenos Aires, en la jurisdicción de la entonces Municipalidad de Buenos Aires.
El objetivo fue ofrecer una nueva posibilidad de cursar y completar el ciclo medio a jóvenes que habían desistido.
A estas escuelas se las conoce como EMEM históricas. Como el propósito fundacional tuvo una fuerte impronta social de inclusión en el sistema educativo, nuestra escuela recibió este sello y creció en tal sentido.
Sin edificio propio, debimos compartir espacio en contraturno con una escuela primaria dentro del D.E. 14. Tampoco nuestra escuela tenía nombre propio.
En 1994 tomó la Dirección de la escuela la licenciada Teresa Manera. Su gestión se caracterizó por la entrega incondicional a un proyecto de promoción social y educativa de los alumnos, dentro de un compromiso con la comunidad integral de la escuela. Excelencia en la tarea de enseñanza- aprendizaje, presencia entregada a la guía y orientación de los alumnos y apoyo a las familias; búsqueda incansable de un edificio para desarrollar plenamente este sueño. Coordinación y estímulo constante del equipo docente.
Esta impronta de nuestra directora generó la colaboración de diversos actores –buena voluntad y talentos particulares-.
Por consenso de toda la comunidad educativa, tomamos el nombre de Federico García Lorca, con cuyos principios sociales, culturales y artísticos nos identificamos plenamente. En relación con el edificio propio, gracias a los esfuerzos ilimitados de Teresa Manera y a mucha colaboración de todos, el 26 de octubre de 2005 inauguramos oficialmente el edificio escolar, con el nombre Federico García Lorca.
La concreción de un sueño, y un proyecto que no se detiene.
Prof. Ana María Perez Arce