Barrio de familias amigables, veredas anchas donde poder jugar, picado de los varones, muñecas de las nenas, vecinos conocidos, amistad, música para escuchar y bailar, tango…

Tenemos en nuestra escuela la presencia de Stella, querida compañera que nació en el barrio y se quedó a vivir aquí, de querendona, no más…Y nos habla de su barrio, donde siempre había algo que celebrar…

Por ejemplo, la llegada de la primavera… Los comercios engalanaban sus vidrieras y las chicas se vestían con sus mejores ropas para participar en el tradicional desfile de carrozas, que recorrían la avenida Gral. Mosconi (antes Avda. América), desde Nazca hasta Constituyentes. El paseo terminaba en el salón City Hall (antes se llamaba San Jorge), se elegía a la Reina de la Primavera, se repartían premios a los participantes, y comenzaba el baile, donde se divertían todos, porque asistían las familias enteras.

El barrio también tenía su club, el Gloria, que abría sus puertas en la calle Gabriela Mistral (antes Tequendama), entre Artigas y Zamudio, donde se podía pasar un rato agradable escuchando música y bailando, esperando durante el año la llegada del Carnaval. ¡Eso sí que era una fiesta! Se realizaban los tradicionales bailes, y el club recibía la visita de murgas de barrios vecinos, que junto con la murga de Pueyrredón se disputaban los primeros premios. Cada una, al son de sus tambores y redoblantes, cantaban sus canciones y bailaban, y después un jurado elegía. También había desfile de disfraces y premios para los más ingeniosos.

Shh…¡Mantengan el secreto…! Pero se sabe de buena fuente que nuestra amiga Stella ganó el 2° premio con su disfraz de odalisca!