Nº5
 

HACIENDO HISTORIA

Durante el mes de mayo, la Escuela de Cerámica Nº 1, realizó una clase abierta a la comunidad escolar, como parte del proyecto “Un mosaico para Alfredo Marcenac”.

El objetivo de la misma fue exponer aspectos sobre el arte público y el concepto de mosaico, sus orígenes e historia. La clase estuvo a cargo de las Profesoras María Teresa Varela y Stella Maris Laboret.

Para el desarrollo de la misma, las docentes nos brindaron un recorrido histórico, minuciosamente detallado, sobre el uso dado a los mosaicos por diferentes culturas en sus construcciones.

A continuación reproducimos parte de ese interesantísimo encuentro:

“…Durante el Bajo Imperio el mosaico se generalizó como piso para toda casa de nivel medio y superior y perdió calidad, es el esfuerzo por abaratar costos y reducir los plazos de colocación: se hizo más burdo, con teselas más grandes y de factura menos cuidada, pero las figuras se hicieron más sueltas y expresivas.
Quisiera ahora reflexionar acerca de la memoria.
Es interesante ver qué temas eligieron los romanos para hacer pasar por su corazón, que es eso lo que significa recordar. Fueron los primeros en hacer monumentos para fijar en imágenes algunos episodios del pasado con un peso político especial: desarrollaron los relieves narrativos y los colocaron en espiral en torno a la columna de Trajano, detallando su campaña contra uno de los pueblos que más resistieron a los romanos desde el norte del Danubio, los dacios; o el desfile triunfal con los tesoros del Templo de Salomón en el Arco de Triunfo de Tito celebrando su campaña contra los judíos. Pero esto es lo que se hacía en el espacio público, con connotaciones de propaganda.
A nivel privado, para su casa, los pompeyanos eligieron escenas deportivas o circenses (un exitoso auriga de carreras de cuadrigas, parejas de gladiadores luchando y representados con las armas con las que eran más diestros, normalmente acompañados por sus nombres), las figuras de sus dioses tutelares (Neptuno y Anfitrite en la que suponemos fue la mansión de un marino), lugares o escenas placenteros (escenas con fauna del Nilo en la casa de un comerciante, o los restos de un banquete, en el mosaico conocido como el del “piso sin barrer”).
El proyecto que nos convoca es una conjunción de monumento (señala el sitio en el que ocurrió un acontecimiento significativo) y de recuerdo de la persona Alfredo Marcenac. Esta intervención en el espacio urbano, gracias a ustedes, mosaicistas, será perdurable. Esto es particularmente importante en estos tiempos en los que la sociedad de consumo nos tapa con información que es reemplazada a diario, impidiendo el ejercicio de la memoria.
George Owell, en 1984 escribió que “… quien controla el presente controla el pasado, y quien controla el pasado controla el futuro.” El mosaico que ustedes harán puede hacer permanecer en el presente, pasar por nuestro corazón cada vez que pasemos frente a él a Alfredo y al evitar que se esfume en el pasado; hará posible sostener la aspiración a un futuro en el que se respete más la vida.”

 
   
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