Periódico Plural

se puede
cecilia

Mi objetivo es enseñar los contenidos del área a partir de la motivación con los saberes previos de los niños y los nuevos, pertinentes al área. Trato de ograr un aprendizaje significativo; ellos se disponen mejor a aprender si le encuentran sentido a aquello que enseñamos.

Prof.ª Laura Cecilia González, Área Educación Artesanal y Técnica / Tecnológica. Escuela N.º 14 José Antonio Cabrera D. E. 13

Siempre me fascinaron las películas de ciencia ficción; en especial las de robots. Creíamos que en el año 2000 los autos volarían o los robots caminarían por las calles; esto me incentivó a la investigación sobre las últimas tecnologías y a mi especialización en ellas. Además, soy amiga de Gabriel Dubrovsky, quien tras concurrir a una exposición de robótica, «con solo 11 años» construyó su primer robot: fue el inicio de una carrera maravillosa que lo llevó a trabajar en Hollywood. En su historia, encontré la motivación necesaria.

De chico, Gabriel quería construir robots para ayudar al ser humano; a pesar de no ser apoyado por sus padres. Ni sus compañeros de escuela ni sus profesores lo comprendían; en aquel momento, no existía Educación Tecnológica en primaria –hubiera sido de gran ayuda–, así que él solo se fue acercando a quienes podían ayudarlo y comprenderlo hasta concretar sus proyectos.

Al relatarle esta historia a mis alumnos, logré abrir en ellos el espacio para la creación. Desde ese momento, no pararon de inventar: estaban motivados. Inventar un robot les parecía increíble, un sueño, pero no era un imposible, sino como todo sueño...un proyecto divertido y posible.

se puede

Pasó el tiempo, y me reencontré con Gabriel. Él comprendió lo que su historia de vida generaba en mis alumnos, y su deseo fue acercarse a ellos para brindarles su experiencia en efectos especiales. Entre los dos, armamos una obra de teatro: yo hice de la «profe de Tecnología», y Gabriel era el «inventor genio», como es él en su vida real. La obra muestra cómo a partir de reciclar objetos cotidianos, se pueden crear nuevos diseños. Convoqué a mis alumnos de 1.º a 7.º y les dije que había invitado a un especialista que no había podido venir, pero al apoyarme en unas cajas «preparadas», estas se cayeron, y apareció Gabriel armando un robot, y quedó en escena Toby: un robot de 1,50 metros de altura que camina, habla, mueve sus brazos, sus ojos... y está hecho con productos descartables –macetas, ensaladeras, envases de champú, rejillas, tapitas...–; lo difícil no solo es descubrir esos productos en Toby, sino también sus mecanismos.

La alegría de los chicos es indescriptible. El poder contar con un verdadero robot en la escuela creó una atmósfera grupal formidable. Desde ese instante, la motivación fue tan grande que no pararon de construir robots... ¡uno más lindo que el otro! Había uno que se asemejaba mucho a wall-e, y en «Tecnoencuentro» –la muestra de la Legislatura– fue uno de los trabajos más llamativos.

Al mismo tiempo, en las otras áreas de la escuela, sus contenidos pedagógicos se vieron reflejados con historias de robots. Es primordial que la motivación esté presente, a pesar de las barreras culturales, sociales y económicas; sin ella toda técnica y todo procedimiento es vano: la motivación hace que la creación tenga un sentido y no tenga fin.

 

Tu experiencia docente puede ser singular.

Escribinos a plural@buenosaires.gov.ar