Periódico Plural

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«Médico deportólogo. Director del programa «A Moverse Argentina» y del curso de especialistas en medicina del deporte (UBA). Director de la Licenciatura en Educación Física (UNSAM).

¿Cómo surge esta propuesta para combatir el sedentarismo?

A partir de «Agita San Pablo», impulsada por el Dr. Matsudo en Brasil, se crea «A moverse Argentina » en el año 2001. Desde entonces, se fomenta y se cree en la importancia de la actividad física. En la Argentina, implementamos más de 126 acciones para lograr que en la ciudad la gente realizara actividades deportivas no competitivas, sino acciones que integraran a la familia, como caminatas, bicicleteadas.

¿Cuál es el objetivo de esta red ?

El objetivo es estimular y fomentar la actividad física. No hay una red fija; la red se crea sola. La idea es que cada ciudad –como Río Cuarto, Córdoba, Viedma, Buenos Aires– conozca nuestras acciones y las realicen. Buscamos generar la conciencia del movimiento. Creo que, hoy en día, hay cierta conciencia del riesgo del sedentarismo.

¿Qué papel juega el Estado en esta iniciativa?

Lo primero que hay que definir es que este es un movimiento de dos sombreros: el estatal y el privado; no puede funcionar uno sin el otro, tiene que existir un compromiso de perdurabilidad por parte del Estado y un acompañamiento por parte del sector privado.

Las actividades propuestas ¿difieren para las grandes ciudades que para las pequeñas?

Con respecto al interior del país, es más fácil de implementar en las ciudades más chicas donde la gente se conoce más y donde se pueden realizar encuentros en plazas, por ejemplo. Allí las propuestas tienen mucho más repercusión de la que puede tener en Buenos Aires, donde es más difícil enterarnos de lo que pasa. A veces, vemos publicadas en los medios de comunicación de otras partes del mundo actividades realizadas aquí, y
uno se pregunta cuándo sucedieron porque nunca nos enteramos. Buenos Aires tiene un potencial enorme, pero una dispersión y un anonimato que también es enorme.

¿Cómo se puede implementar en la escuela?

Hay dos niveles, dentro de la escuela y fuera de ella. En las escuelas, existe «Agita galera», donde cada una trabaja el tema –aunque sea un rato– en el aula. Esto se realiza en Brasil, se trabaja en la escuela no solo desde la Educación Física, sino que también la profesora de Historia puede dar historia de la educación física; o la de biología también puede hablar de la importancia del ejercicio para la salud. De esta manera, todo el colegio está en consonancia ese día. A esto se suma que los padres pueden llevar a los chicos caminando al colegio. No hay que ponerse parámetros fijos; hay que motivar en todas las escuelas porque la importancia de la actividad física para los alumnos reside en que mejora su rendimiento, les pone normas y reglas, y van aprendiendo a respetar reglamentos; a respetar y a convivir con los otros.

¿ Y fuera de la escuela?

Este es el segundo nivel, el extracurricular. Los espacios que los chicos visitan fuera del colegio son importantes; y es fundamental que esos lugares tengan estructuras. He visto algunos lugares de comidas rápidas con gimnasio. Es muy importante, ya que cada vez se hace menos actividad dentro del colegio: tienen computación, inglés y
otras materias académicas, muy buenas y necesarias, pero la actividad física va perdiendo terreno. Esto es fácil de implementar con símbolos que los identifiquen, y se den cuenta de la importancia de la actividad física, de realizar acciones pequeñas, pero varias, durante el año.

¿ Qué tendrían que tener en cuenta los docentes?

Tendrían que considerar que la actividad física no es solo deporte competitivo, sino que hace bien a la salud. El profesor debe conocer cómo sacar a la persona del sedentarismo para convertirla en una persona activa. La consigna es que el profesor aprenda a motivar: si por ejemplo uno realiza una actividad en una plaza un domingo, y eso lo repite todas las semanas, sirve más, mucho más.

¿Solo los docentes de Educación Física?

Hay que abordar a todos los docentes, el docente de Educación Física hace un tiempo que, desde mi punto de vista, es el que mayor afinidad tiene con los alumnos y es el que hace la devolución menos formal, es participativo, colaborador, usa parámetros que no son los de las otras áreas. Hay docentes que menosprecian la Educación Física respecto de otras materias académicas. El profesor de Educación Física maneja conceptos muy precisos que, si se desconocen, su tarea queda desmerecida.

«Los docentes tendrían que considerar que la actividad física no es solo deporte competitivo, sino que hace bien a la salud. El profesor debe conocer cómo sacar a la persona del sedentarismo para convertirla en una persona activa».

¿Por qué no al deporte competitivo?

La competencia funciona, pero es el espacio final, por el alto rendimiento. Están quienes participan en un partido de fútbol, pero nosotros necesitamos motivar a toda la comunidad, no solo a unos veinte. Quizás, de toda la comunidad, hay quienes son más deportistas, más competitivos, pero la pirámide social que hay que trabajar desde el Estado es empezar con todos, desde el que va al shopping caminando o el chico que va al colegio, el que se baja antes del subte o el que baja por escaleras en vez de utilizar el ascensor...

¿De qué manera?

Dando mensajes breves lo más completos posible; nadie se va a educar desde el punto de lo que entendemos por instrucción a través de la televisión. Para instruirse o hacer una carrera, hay que leer y sentarse horas. La televisión ni la radio ni los diarios están para eso. Al hablar de educación, hablamos de determinado tipo de información para saber lo que está pasando, pero la profundización no es responsabilidad de los medios. Sin embargo, se puede usar la metodología audiovisual para instruir, pero no les corresponde a los medios.

Desde 2001, ¿nota algún cambio en la actitud de los argentinos?

Yo creo que hoy podemos decir que, en la Argentina,ha crecido el interés por hacer algo por la salud y por combatir el sedentarismo; faltan propuestas científicas y perdurables, pero, al menos, hay inquietud.