Periódico Plural

Adriana A. Roco, docente de nivel Inicial y Primario, licenciada en Psicopedagogía, y Silvia Moina, docente de nivel Inicial y Primario.

Somos docentes de nivel Inicial de diferentes distritos y decidimos trabajar como equipo de conducción en el Jardín Maternal del Hospital Penna. Para nosotras resultó todo un desafío, porque ambas trabajábamos como equipo de ejecución durante muchos años.

Rápidamente nos contactamos con el proyecto de verano para hacer una lectura detallada de los contenidos que estipulaba, y realizamos reuniones periódicas con el equipo de ejecución para que diseñara los proyectos para el aula o las planifi caciones didácticas.

Sabíamos que aunque las actividades eran totalmente distintas de las que se realizaban durante el ciclo lectivo, no podíamos perder de vista el rol enseñante de las docentes y la idea directriz que sustenta nuestro diseño curricular en relación con la intencionalidad pedagógica de la escuela. Consideramos que este período de verano requiere una planifi cación tan sistemática como la de todas las actividades escolares. Pero dichas actividades están enfocadas a partir de propuestas con algún nivel de potencial lúdico, ya que el juego es el principio que rige la actividad infantil en el proceso de construcción y apropiación de conocimientos.

Todas las actividades de este proyecto tienen este carácter recreativo. Sin embargo, advertimos que este califi cativo implicaba dos riesgos posibles: 1. el riesgo de repetir, y continuar con las actividades del resto del año; y 2. confundir el concepto de recreación con la actitud del «dejar hacer», lo cual tiende a producir una sensación de desborde en todos los participantes de la situación.

Nos reunimos con las docentes, en varios encuentros, para enfatizar la necesidad de brindar un servicio educativo que se apoyara en el ofrecimiento de oportunidades lúdico-recreativas, que se diferenciara de las que los niños pudieran realizar en sus hogares. Incluso, atendimos a varios factores que son característicos de la institución, en relación con su historia, las particularidades de la comunidad, las singularidades de los niños, la organización de los tiempos y con la distribución de roles. Tuvimos en cuenta aspectos centrales como la salud, la higiene y la alimentación, y el sueño.

Consideramos importante la comunicación e interacción permanentes con las familias, y buscamos diferentes medios: el uso de carteleras informativas con nuestra propuesta y la difusión de las actividades que se estaban llevando a cabo en las salas, con la inclusión de las producciones de los niños y con sus fotografías. También, el uso de los cuadernos para favorecer el contacto con los padres. Se desarrollaron una multiplicidad de actividad recreativas, de acuerdo con los intereses y las necesidades de los niños: juegos con agua –incluidos diversos materiales–, narración de cuentos, títeres, actividades de expresión corporal –con cintas, sábanas, telas–, juegos tradicionales y masivos; en el patio y en otros espacios al aire libre.

El cierre consistió en una breve obra de títeres y una murga con un desfi le de máscaras y de sombreros, para lo cual contamos con la colaboración de los padres, su participación y acompañamiento.

Tu experiencia docente puede ser singular. Escribinos a plural@buenosaires.gov.ar